¿Por qué nos extraña que a la Selección Mexicana les den un baile los estadounidenses y canadienses?
¿El Gigante de Norteamérica? Por favor, no es más que un ardid publicitario, jamás lo hemos sido, en las auténticas competencias por un lugar en el mundial, nos ponen las peras a tostón hasta los jamaicanos.
Las divas de los futbolistas, si no les tratas con delicadeza, se ofenden, hacen su berrinche y nos les importa el que México sea el hazmereír de la competencia.
Pero la realidad es que los “dueños” del fútbol mexicano son tan culpables como los jugadores, por el simple echo que dejan escapar a los talentos mexicanos a otros países en donde si los valoran y los ponen a competir en buena lid.
Y digo que dejan escapar porque ellos ponen a “personas capacitadas” en detectar el talento, pero es a todas luces que se guían erróneamente para no dar oportunidad a los jóvenes futbolistas.
Tal es el caso de:
Nombre: Luis Yoshua Espinosa
Fecha de nacimiento: 06 de Septiembre del 2001 ( 20 años)
Altura: 1.66
Peso: 63.4 Kg
Posición: Extremo derecho y extremo izquierdo
Como te describes como jugador: Rápido, Veloz y hábil.
Localidad: Loma Bonita
Historial deportivo:
2013-2014: Toluca FC
2014-2016: Atlas FC
2016-2018: Club Chuny Benítez
2019-2020: Vaqueros de Ixtlan
2020-2021: Club Chuny Benítez
2021: FC Base de Granada, Segunda división Andaluza.
Javier: Platícame de tu experiencia al pasar por el fútbol mexicano?
Yoshua: Mi historia en él fútbol comenzó desde muy pequeño, prácticamente a los 5 años de edad, como muchos compañeros mi sueño era jugar al lado de los mejores futbolistas del mundo.
Mi primer equipo formal fue el Toluca FC a la edad de 12 años. Estuvo muy chistoso porque la visoría se llevó a cabo en un parque público mientras jugaba con mis amigos y sin pensarlo conocí a Javier “El hijín” Cárdenas quién se volvería mi entrenador de fuerzas básicas de ese equipo.
Todo iba muy bien hasta que experimenté mi primer trago amargo.
Lamentablemente por cuestiones ajenas a mi conocimiento dicho entrenador no pudo continuar entrenándome, en consecuencia simplemente me empezaron a hacer a un lado de los planes del nuevo DT, y un día al final de un partido me separaron del grupo, se me acercó el nuevo entrenador y solamente me dio las gracias y me dijo que me faltaba mucho para estar en su equipo y sin decir nada más se dio la media vuelta y se fue.
Quedé tan sorprendido y confundido por la facilidad con la que me enviaron a mi casa después de saber que me había esforzado mucho durante meses en los entrenamientos cumpliendo con la disciplina, la constancia y la exigencia física que implica éste deporte; además de seguir lo más apegado al consejo del entrenador y aparte que siempre jugaba de titular en los partidos y proporcionaba muy buenas asistencias.
Javier: Te sentiste deprimido por tal rechazo?
Yoshua: Cuando regresé a mi casa empecé a llorar porque de verdad había creído que era pésimo jugador y que quizá las personas que me rodeaban y me decían lo contrario muy probablemente era sólo por compromiso o estaban equivocados.
Javier: Quienes te apoyaron y te ayudaron a salir de esa depresión?
Yoshua: Me vio mi mamá Itzel y me abrazó fuerte y me dijo: si de verdad te gusta el fútbol no te des por vencido y sigue esforzándote por alcanzar tu sueño.
Continué buscando abrir nuevos caminos y seguí enfrentándome a retos físicos y emocionales los cuáles me sirvieron como enseñanza de vida y del cómo no doblegarme hasta alcanzar mi meta.
Lastimosamente en ésta travesía volví a toparme una vez más con la realidad en la cuál todo está completamente fuera de mis manos sin importar la tenacidad, el talento y la perseverancia que haya puesto en el fútbol.
Estuve entrenando y jugando por varios meses en un equipo de tercera división profesional dónde se suponía que ya estaba seleccionado y sólo estaba esperando la fecha para mí registro a nivel profesional, pero nunca llegó; sin mayor explicación me dijeron que en determinado mes tendría que volver a realizar la visoría pertinente porque el equipo al cuál había aspirado ya se había completado o me daban la opción de bajar de nivel a la escuelita que tenían mientras esperaba mi lugar de nuevo.
Ante ésta situación definitivamente empecé a pensar que el fútbol no era para mí, puesto que hiciera lo que hiciera siempre obtenía una negativa que no me llevaba al nivel al que yo quería llegar y me vi envuelto en una gran tristeza, frustración, impotencia y esa sensación de no saber lo que haría a de mi vida ya que siempre me había visto como jugador de fútbol y era lo que me apasionaba.
Me desanimé tanto que dure un tiempo sin jugar.
Durante mi crisis existencial me contactó nuevamente quién fue mi entrenador del atlas César ” Chuny” Benítez y que ahora estaba independiente invitándome a participar en su proyecto dónde pude volver a sentir esa pasión por jugar fútbol.
Y a quién gracias a él que siguió creyendo en mi a pesar haber perdido la ilusión, me buscó y posteriormente contactó a mi representante Andrés Eduardo Fernández y gracias también a Dios se dio la oportunidad de venir para acá a Granada España.
Al final de todo estoy muy agradecido por el apoyo que siempre me ha brindado mi familia, sobretodo a mi mamá (Itzel), mi abuelita ( a quién le decimos Any) y a mi madrina(Nadia) quiénes tampoco me dejaron solo, remaron contra marea junto a mi, siempre creyeron, confiaron en mis cualidades y en todo el empeño que demuestro, así como alentarme y apoyarme a pesar de que me vieron en su momento derrotado.
Javier: Es hermoso cuando las personas que te aman y aprecian te apoyan a seguir luchando por alcanzar tus metas y sueños, no es así?
Yoshua: Espero algún día poder ayudarlas económicamente porque sé que también se han esforzado en todos los sentidos.
Javier muchas gracias por la oportunidad de contar mi historia, sé que más de algún niño o joven como yo ha pasado por algo similar en éste deporte.
Lo que puedo aconsejarles es:“si quieres algo, tienes un sueño o una meta, siempre lucha por él, Esfuérzate al máximo y has lo que esté en ti para hacerlo realidad y en cada entrenamiento, incluso en tu trabajo o escuela siempre da el 100% en todo momento y no te rindas jamás!”
Y muy importante ¡disfruta tu camino y las personas que te rodean!
A mis cuatro lectores les pregunto: ¿Ustedes ven justo que nuestros jóvenes mexicanos tengan que fugarse al extranjero a buscar una oportunidad?
Estoy con la confianza que estas líneas lleguen a esos jóvenes que todavía quieren luchar por alcanzar sus sueños.
Muchas gracias por la gentileza de su atención y reciban un saludo cordial desde las maravillosas aguas del caribe mexicano.