Mucha polémica levantó la “broma” que Ricardo Ferretti, ex timonel de los Tigres y hoy estratega de los Bravos de Juárez, hizo en la conferencia de prensa posterior al duelo entre felinos y fronterizos.
Las palabras de Ferretti son un insulto para todos, fue una expresión misógina y homofóbica que no puede ser pasada por alto en la Liga MX. Sin importar el personaje, el castigo debe ser ejemplar.
Y es que el estratega, cobijado en el amor que le tienen muchos directivos, en el respeto que su trayectoria deportiva le ha dado y en los importantes equipos que ha militado, no ha sufrido castigos fuertes a pesar de cuestionables comportamientos que ha tenido a lo largo de los años en que ha dirigido.
No es la primera vez que el brasileño naturalizado mexicano genera polémica por peleas, discusiones o comentarios pasados de tono, palabras que rayan o son un insulto, como el ocurrido el pasado el sábado por la noche en la sala de prensa del Universitario, lugar en el que por más de una década fue un personaje intocable.
Las “bromas”, como él quiere interpretarlas, son solo de allá para acá, porque si de acá para allá hay una pregunta que raye en lo atrevido, es repelida con la burla de este personaje que solo admite una pregunta por medio y no acepta repreguntas.
Tuca siempre ha sido el del pasado sábado, solo que los tiempos modernos ya no lo perdonaron o mejor dicho, lo alcanzaron y la verdad ha salido a la luz.
Ferretti no ha entendido ni con el paso de los años lo que representa ser un director y que debe poner el ejemplo como tal, no solo dentro, sino afuera de la cancha.
El mismo comentario homofóbico ya lo había tenido hace varios años en una conferencia que dio en el estadio Azteca tras un juego ante América, pero eran otros tiempos y pasó desapercibido.
Incluso en los tiempos actuales pasó por alto la noche del sábado y también el domingo, pues fue hasta el lunes que empezó a circular en redes.
Tuca fue muchos años intocable en Monterrey e hizo lo que quiso. Tenía periodistas favoritos y contestaba bien a quien quería.
Sin embargo; hubo situaciones en su paso por Tigres que dejaron mucho que desear. La vez que confrontó a un aficionado en la Facultad de Medicina que lo criticaba y luego instó a otros seguidores en el lugar para que lo sacaran.
También cuando encaró a seguidores que le reclamaron que no se haya detenido en Zuazua para darles un autógrafo y que se detuvo solo para gritarles que tenía una junta y que por eso no se paraba. O cuando le gritó a una persona mayor que, por accidente, chocó su Ferrari en San Pedro.
En fin, los comentarios que Ferretti hizo el pasado sábado no son algo sorpresivo, siempre los ha tenido pero nadie le había dicho algo; sin embargo, en los tiempos actuales es algo que ya no se pasa por alto y menos se tolera, por lo que al Tuca le va a tocar adaptarse, modernizarse o tener que salir del fútbol actual, en el que lleva más de 30 años dirigiendo de forma ininterrumpida.