Eva Espejo no sólo tiene a Rayadas en la cima de la clasificación…sino que le está aportando una identidad futbolística y una manera de comunicarse con la afición.
Podríamos considerar que ya se está formando un sector al que podría llamársele “espejista”. Su carisma y su capacidad estratégica le dan al equipo un sello muy definido, de esos marcan un rumbo hacia el futuro.
Sin tener una personalidad arrolladora, Espejo transmite desde la banca un liderazgo tranquilo, al estilo de Carlo Ancelotti, para tomar decisiones lo más coherente posible en el calor de las batallas.
Ya hizo campeón al equipo femenil del Monterrey, pero además le está dando una identidad donde se prioriza el conjunto más allá de las individualidades.
Su prioridad por el juego de conjunto antes que los nombres, tiene que ver con su capacidad de establecer condiciones en los partidos desde el punto de vista estratégico.
A la par de que el futbol femenil está tomando fuerza, y convirtiéndose en poderosa fuente de promoción de esos buenos valores que edifican a una sociedad, Espejo se está asentando como ese tipo de personajes que aportan un grado importante de identidad a una institución, y se convierten una fuente de inspiración.
Su liderazgo tranquilo sabe actuar y alzar la voz, cuando se requiere, en defensa de su equipo y de los valores que el futbol femenil enarbola.
Ya se convirtió en la primera entrenadora que se corona en la Liga MX, ahora su estilo de dirigir y su carisma cada vez suman más adeptos a la corriente “espejista”.