Los Rayados ligaron su séptima victoria el día de ayer ante unos complicados Rayos de Necaxa. El equipo está de líder general y bajo el mando de Vucetich se ha logrado pacificar la tormenta que cernía sobre el club. El equipo si bien no es el más espectacular ha logrado amalgamar un conjunto que ha convertido mas puntos que cualquier otro equipo en el año.
Meses han pasado de las hieleras, mantas, quejas, manifestaciones, como si el futbol fuera algo tan relevante, las calles se llenaban del descontento por un deporte que se ha convertido en un canalizador de las frustraciones de chicos, grandes, ricos y pobres.
En esta nueva etapa resalta un apellido que se ha convertido en la esperanza de muchos, para poder lograr un cambio hacia un club de mayor dominancia en el torneo local. Filizola se puede leer en una manta cerca del estadio, en uno de los varios bares donde se junta la juventud para disfrutar los partidos de Rayados. En redes sociales es común leer sobre la nueva era albiazul, el apellido que ahora resuena es Filizola.
Anteriormente estas letras solo se conocían en el mundo de FEMSA, de estirpe empresaria, este personaje es ahora el heredero de las riendas del club ahora que los cambios pedidos por la grada se han llevado a cabo, al menos los más sonoros.
Se ha ido José González Ornelas, Duilio Davino y está en veremos Carlos Vela y un personaje de apellido Herrera que más allá de achacarle que es Tigre, desconozco el porque del odio de la afición hacia él.
La misión es sencilla, volver a las raíces del gusto de la afición por este club, si bien se tiene un nuevo estadio, mayor poderío económico y un nombre mas conocido que hace algunos años, este club parecía aburguesado con nuevas instalaciones, nuevo estadios, nuevos precios y sobre todo nuevas reglas de etiqueta que molestaron a mas de uno en sus carteras y en su comportamiento.
Vemos ahora al señor Filizola salir a las previas en el estadio, desde conciertos, carnita y otras degustaciones, se toma fotos, escucha a la afición y parece divertirse en buscar acercar lo que siempre fue popular pero que se había hecho producto “champagne”.
La llegada de José Antonio Noriega, quien es accesible en su trato y se detiene para atender a la afición, el regreso de un gigante como Vucetich, jugadores que si bien no tienen la personalidad de los de antaño, parecen estar conectados, sin egos y sobre todo, con una misma visión de lo que desean lograr; todo esto ha logrado mejorar la percepción y aunado a que el amigo de enfrente parece vivir tiempos algo turbulentos, se ha conjugado todo para poder iniciar una nueva etapa dorada en el club.
Las órdenes de arriba han permeado de manera eficaz, acercarse al pueblo rayado es imperativo para volver e incrementar la pasión de antaño, las promociones, dinámicas y sobre todo, los resultados han mejorado el sentir de la grada que ahora a pesar de no tener el fútbol más atractivo, apoyan aún en los momentos mas complicados a los 11 que están en la cancha.
El chicharrón mediático sigue sabiendo algo rancio, pero es el alimento diario de miles que desean tener al fútbol como su dios personal más allá de todo lo que esta metrópoli tiene por arreglar.
La nueva era ha comenzado, el nuevo patrón esta en casa, nuevo jefe y nuevas reglas, solo falta el aderezo que le de sazón a lo que este club está intentando tanto en varonil, femenil como inferiores, y esto es campeonatos.
Por ahora van de líderes en estas 3 divisiones, veremos como llegan a la liguilla, pero es imperativo para el nuevo mandamás dar ese manotazo en la mesa, o son campeones o son campeones.
Tiempo al tiempo.
¡Saludos desde el Sillón!