La afición de los Rayados atraviesa un estado de inestabilidad emocional: ¿Labilidad emocional?
Y es que ha pasado de un extremo a otro durante las seis jornadas que van del Clausura 2024.
Abuchearon y sin criticaron sin miramientos a su técnico Fernando Ortiz cuando el sonido local anunciaba su nombre antes de los partidos, a pesar de que el equipo han peleado en la parte superior de la tabla, en lo que va del torneo.
Y el sábado pasado cuando el Monterrey ganaba 3-0 al Pachuca corearon “oles” mientras los jugadores albiazules paseaban el balón de un lado a otro.
Ni prudencia, ni la paciencia, existen por estos días en el Gigante de Acero, la frustración o el optimismo desmedido dominan la escena, una desmesura que luce como el coctel perfecto para que se desate la violencia si el equipo no consigue el título en este torneo.
Labilidad emocional es un concepto, según el cual, las personas pueden pasar de la tristeza a la euforia en poco tiempo, es decir, presentar cambios abruptos en su estado de ánimo.
En el lado de la prudencia y la sensatez quiero pensar que las grandes hazañas fueron antecedidas en muchas ocasiones han sido precedidas por movimientos sísmicos que obligaron un cambio de timón.
Los fracasos de los últimos torneos podrían estar generando un cambio histórico, la presión que viene desde una afición cansada de la falta temple podría marcar un antes y un después en la mentalidad del equipo.
De a poco, Ortiz parece estar encontrando su alineación base, donde Jorge “Corcho” Rodríguez parece estarse convirtiendo en jugador ancla, en el equilibrio, desde donde el equipo se hace sólido a la defensiva y se despliega hacia el enfrente.
Ortiz parece haberle encontrado lugar a jugadores cuyos perfiles suelen ser considerados incompatibles en cualquier equipo: Jordi Cortizo y el español Sergio Canales.
Las sociedades generadas a la ofensiva durante el duelo ante los Tuzos generan esperanzas, pero las distracciones defensivas de los últimos minutos nos recuerdan que los fantasmas sigue ahí, de una forma u otra.
De cualquier manera las respuestas sólo aguardan en la etapa final, en la cero… en la Liguilla.