El flamante técnico interino nacional me recuerda al gran personaje llamado Sergio Bueno, aquel técnico bombero que un día dirigía al Atlante, otro al Cruz Azul, Chiapas o a cualquier conjunto que requiriera una inyección de adrenalina inmediata.
Jaime Arturo Lozano Espín, de 44 años y experimentado ex futbolista, se ha convertido en el nuevo bombero nacional, desde selecciones menores hasta la “grande”, Lozano ha llegado de manera sorpresiva pero a la vez esperada y procedo a explicarme; Diego Cocca llegó de manera desaseada tirando su chamba en Tigres para fracasar de manera estrepitosa a nivel nacional, por lo que con los resultados entregados y las convocatorias, estrategias y parados, simplemente se esperaba que lo mandaran a relajarse en casa tomando una Pepsi.
Jaime Arturo fue nombrado de manera sorpresiva, se barajaba una cartera de candidatos, pero con la premura de un torneo de segunda categoría como lo es la Copa Oro, se prefirió apelar a la experiencia en menores del “Jimmy”. El palmarés de Lozano incluye una medalla de bronce en Juegos Olímpicos, donde se sabe que no van los mejores jugadores por la limitante de la edad, pero en sí el logro es bueno, aunque no se acerca al logrado por la selección de Luis Fernando Tena en Londres con el épico oro, pero más allá de saber tratar a ciertos jugadores ahora en calidad de seleccionados de categoría mayor, no hay mayor logro del técnico interino más que tomarse fotos en toda Europa con técnicos de renombre.
En su paso por Querétaro o Necaxa no se recuerdan mayor logro mas que sentarse en el banquillo, ni en estilo, espectacularidad o algo relevante se le puede mencionar, pero si es evidente que cuenta con buena prensa que le hace tener un espacio mas relajado de trabajo en comparación con un técnico que si bien su llegada no fue ideal, si se le sabía un bicampeonato reciente en la liga local.
Los estudios, diplomados, entrevistas que Jaime haya tenido, en este momento es cuando deben salir a flote, si bien siempre he admirado a los tipos preparados, lo que debe aflorar es el carácter y la inteligencia emocional para manejar un vestidor que ensalza o destruye.
La era de Jaime ha empezado, no por no haber logrado nada como técnico de jugadores de liga profesional significa que le irá mal, pero la materia prima, por mas conocida que esta sea, da para ilusionarse en hacer algo relevante; el partido vs Honduras no es prueba de algo, todas las selecciones grandes del área excepto México trajo suplentes, por lo que a Jaime se le acomoda como cuando Miguel Herrera agarró la papa caliente de jugar vs Oceanía por el boleto del Mundial, prácticamente en ambos casos solamente implica presentarse a jugar para ganar algo.
La decepción nacional que viste la camiseta verde no da para emocionarse, si para horas y horas de “debate” en medios, pero los jugadores aburren, no transmiten algo porque no tienen la calidad para transmitirlo, afortunadamente llegó una “niñera” que les cae bien y les cambia el pañal sin sobresaltos, por lo que al menos quejas de hoteles y logística no abra, podrán ser ellos mismos y sonreirán el buen trato de su técnico, ya de resultados veremos después, hoy lo importante es que Jaime “Bueno” llegó al rescate y los sufridos seleccionados nacionales podrán dormir bien.
Que alguien me avise como quedan los juegos, ni el técnico ni los jugadores me invitan a perder 2 horas ni aún con las vaciladas de Martinoli y compañía, por ahora me enfoco en la Liga MX que para bien o para mal, me emociona un poco más.
Tiempo al tiempo…
¡Saludos desde el Sillón!