Una vez en los vestidores André El Gigante le dijo a un Hulk Hogan de 20 años que la lucha libre es un arte como bailar o tocar una guitarra y, de hecho, estas tres actividades tienen una cosa en común: la música.
Desde mediados de la década los 80, los luchadores comenzaron a usar canciones como su tarjeta de presentación al momento de pasar la cortina del vestidor rumbo al cuadrilátero; desde los sonidos de guitarras eléctricas que caracterizan al rock, hasta otros géneros musicales como la cumbia y los corridos, han existido canciones que se volvieron icónicas tanto para los luchadores como para los fanáticos.
Si de por sí en los últimos años algunas empresas de lucha libre han invertido para la creación de algunos temas de entrada para sus luchadores, sin el riesgo de pagar los derechos de autor a las disqueras más importantes a nivel mundial; la WWE siempre se ha caracterizado por crear temazos para sus luchadores y que el fanático sienta la emoción al momento de escucharla y apoyar a su luchador favorito.
Sin embargo, en los últimos años WWE ha descuidado su departamento de música al cambiar algunos temas de entrada de algunos de sus luchadores por otros que se sienten muy genéricos y planos, que no despiertan la emoción del público.
Y esto se vio muy claro en el pasado Royal Rumble, ya que cuando los luchadores entraban a la tradicional lucha de 30 hombres, sonaba un tema de entrada y el público mostró nula reacción a las entradas; igual sucedió el pasado viernes, luego de que hubo despidos de algunos luchadores, los fanáticos comenzaron a pedir la cabeza de Def Rebel, el grupo encargado de realizar los temas de entrada de los luchadores a partir del 2020, tras la salida de CFO$ (y el legendario Jim Johnston, quien había dejado la empresa a mediados de los 2010).
Aunque haya hecho temazos que se volvieron icónicos como Head Of The Table (canción de entrada de Roman Reigns) o Welcome To LA (canción de entrada de L.A. Knight (¡Yeah!)); también ha creado canciones que en lugar de beneficiar al luchador con los fanáticos, lo perjudican.
Un ejemplo es la nueva canción de entrada de Carlito llamada Bad Apple que sustituiría a la icónica canción de Cool creada por Jim Johnston en el 2004. Cuando el caribeño hizo su regreso en Backlash, la reacción del público fue colosal (aunque dicho evento fue en Puerto Rico, aun así si fuera otro lugar la reacción sería igual), pero cuando volvió a la empresa de manera oficial en el evento Fastlane, se escuchó una canción diferente donde el público tardó en reaccionar con la canción que tuvieron que esperar a ver de quien se trataba.
Otro caso similar con el que publico de plano comenzó a odiar a def rebel, incluso antes del Royal Rumble de este año; fue cuando cambió las canciones de entrada de Tommaso Ciampa y Johnny Gargano (No One Will Survive y Redel Heart, respectivamente) por las canciones de Renegade y Bet On Yourself; para la buena fortuna de Ciampa, con el nuevo régimen a cargo de Triple H volvería a usar la canción de No One Will Survive.
A finales del año pasado, un luchador muy importante para la empresa como lo es Randy Orton le estuvieron a punto de cambiar su icónica canción Voices de Rev Theory por una de la autoría de def rebel, pero al momento que La Víbora la escuchó, este la rechazó tajantemente.
Con este cambio que está experimentando WWE en su producto luchístico cada semana, también esperamos que haya dicho cambio también a las canciones de entrada de los luchadores. Por ejemplo, en la era Johnston, se creaba canciones que reflejaban al personaje que este tenía en su tiempo en WWE e inclusive se obtuvo colaboraciones con importantes bandas musicales como Motörhead y Drowning Pool para la interpretación de temas de entrada. Con CFO$, tal vez no teníamos colaboraciones con artistas importantes, pero se mantenía la esencia de Johnston al reflejar al personaje en la canción.
Pero en el caso de def rebel, parecía que este nunca había visto lucha libre en su vida y empezó a sacar canciones genéricas que tal vez las pudiera usar un luchador que apenas está comenzando y no uno de los que ya estaban consolidados dentro de la industria. Y para acabar esta columna, la pregunta que tal vez todos los fanáticos se habrán estado haciendo todos estos años…
Si WWE es una empresa multimillonaria a nivel global, ¿Por qué no le paga a las disqueras más reconocidas al nivel mundial para el uso de sus canciones?