Dante Alighieri dividía el infierno en nueve círculos, el primero de ellos “El Limbo”, un lugar entre el cielo y el infierno. Como lo presenta Alighieri hay de infiernos a infiernos, y el limbo es el de las Diablas del Toluca.
Al inicio de la temporada Toluca anunció ocho refuerzos con Wendy Toledo, como uno de los más importantes; medios y afición aplaudieron la apuesta que estaba teniendo la directiva escarlata y el compromiso que se veía a futuro con ellas.
El inicio del torneo empezó bien, varios resultados positivos, buenos juegos, parecía que no se notaría tanto la ausencia de Natalia Mauleón, a quien le habían salido alas, pero de la noche a la mañana el equipo se cayó.
El infierno probablemente empezó en su primer visita a Monterrey contra Rayadas, y Tigres terminó de enterrarlas en ese limbo.
Ocho derrotas, tres empates y cuatro victorias son los números que ha entregado José Cuate esta temporada, números que -siento yo- quedan a deber por el plantel que armó la directiva.
De acuerdo a Alighieri, curiosamente sólo en el Limbo un alma tendrá una oportunidad de ir al purgatorio o al cielo; Toluca tendrá que corregir la siguiente temporada para decidir que infierno querrá vivir.
No obstante, para poder empezar a construir su nuevo infierno creo que deben también analizar quién es el gerente general de su propio Limbo.
Andrea Sierra, directora editorial de CampeonasMx, fiel creyente de que el futbol no entiende de género y apasionada por este deporte llamado: soccer, calcio, futebol, o cómo sea que lo llamen, el fútbol es un idioma universal.