A quienes nos atrae el ciclismo, Isaac del Toro nos ha ilusionado con su carrera deportiva desde que llegó el año pasado al mejor equipo profesional del mundo, el UAE Emirates-XRG.
A muchos, el liderato que mantiene en el Giro de Italia durante ya dos etapas, los hace soñar con el título de la carrera el 1 de junio, después de tres semanas de competencia dividida en 21 etapas.
Una prueba Grand Tour como lo es el Giro -las otras dos son el Tour de Francia y la Vuelta a España-, va día a día.
En estos, los ciclistas deben sortear muchas adversidades: climatología muy variable, topografías desafiantes, altimetrías exigentes, viajes constantes entre pueblos o ciudades, y a eso hay que agregarle los riesgos de salud y los propios del ciclismo de ruta como deporte de alto riesgo que es, como las fortuitas fallas mecánicas o las inesperadas y lastimosas caídas.
Por tanto, mantenerse sano y no caerse son vitales para no ceder, pero también los ciclistas deben tener mucha suerte en carrera para librar momentos críticos que surgen espontáneamente.
Un líder consolidado en una gran vuelta debe poseer muchas virtudes: resistencia, velocidad y fuerza física y mental, además de tener un buen equipo que lo auxilie en todo momento, y un staff de técnicos que le proporcione los mejores cuidados y le den en carrera las instrucciones más acertadas.
Del Toro cuenta con todo eso en el Giro de Italia, pero lo que seguramente no tenía en mente era ponerse del líder de la competencia por encima de su líder, el español Juan Ayuso.
Y entonces se encuentra en un gran dilema: luchar para seguir de líder y poder ganar la carrera o recular y trabajar para Ayuso, como lo fue el plan original y que parece lo sigue siendo tras la etapa de hoy.
La contrarreloj individual del martes 20, novena etapa, generó muchas especulaciones que hasta especialistas en la materia llegaron a sostener que Del Toro fue obligado a no pedalear tan fuerte para que cediera tiempo con su líder.
La realidad fue que el mexicano fue cauteloso en la prueba, ya que durante su recorrido la lluvia arreciaba y no tenía por qué exponerse más de la cuenta, perdiendo tiempo no solo con Ayuso si no con los principales favoritos al triunfo final, entre ellos el esloveno Primoz Roglic, quien se cayó durante el calentamiento, y el colombiano Egan Bernal, quien resultó con fuertes golpes, producto también de haber tocado el suelo.
Con la etapa de hoy, la décima, quedó claro que el plan del UAE sigue siendo el “A”; es decir, buscar la victoria con Ayuso. El equipo, como debe ser, controló la etapa, viéndose cómo Ayuso permanecía atrás de Del Toro, con sus gregarios marcando el ritmo en la punta.
Solo en la parte final el equipo cedió en el pelotón y por alguna razón, solo Del Toro respondió al embalaje por el segundo lugar, quedándose con esta plaza a 10 segundos del ganador, el ecuatoriano Richard Carapaz. Extrañamente Ayuso no salió, aunque terminó con el mismo registro del mexicano líder.
En el escenario de que Del Toro y Ayuso arribaran a la última semana como uno y dos en la general, será obvio que el equipo se decida por quien mejor esté colocado y que ofrezca la mejor corazonada, dando pie entonces a un nuevo plan de carrera.
En su última grande, el Tour de Francia, Ayuso, de 22 años, abandonó y fue el mejor joven y cuarto general en la Vuelta a España de 2023. Del Toro, de 21 años, solo tiene la Vuelta a España del año pasado, que terminó como sexto juvenil y 36 en la general, nada mal para su debut en estas lides.
Estos números hacen ver que Del Toro puede estar al nivel de Ayuso en este Giro de Italia, ojalá que el desenlace final fuera tal como ahora está la clasificación, pero queda mucha carrera y muchas cosas pasarán. Mientras el suéter rosa del líder seguirá siendo de ensueño.