No es por este torneo, el trabajo de años da como resultado el alcance de objetivos.
Recuerdo cuando Monterrey tuvo su despegue en la época de Jorge Lankenau que se vio truncada por problemas extra fútbol y vivieron épocas oscuras que con las uñas se trabajaba.
Después entraría al quite la cervecera y volvieron a empezar. Con aciertos y desaciertos, más lo primero que lo segundo y ahora gozan de títulos y poderío económico que les permite formar cuadros protagonistas.
No se quedaron en el pasado, sobrevivieron su presente y planearon el futuro que los ha alcanzado.
Tigres de igual forma, tuvieron que descender para tomar cartas en el asunto y enamorar a su gente para renacer en 1997 y de ahí, con tropiezos, llegar hasta donde están.
Dos franquicias con pasados que no se olvidan, al contrario, sirvieron de aprendizaje para ponerlos en la parte alta del balompié mexicano.
Tigres y Rayados son un ejemplo de trabajo y planeación, donde nadie les ha regalado nada para llegar hasta donde están, a ese protagonismo que los ubica en liguillas disputando siempre títulos.
Trabajo que otros que se dicen grandes no han hecho.
Salvo América, que siempre ha estado ahí, peleando y siendo equipo top, Pumas dejó de ser hasta cantera, Cruz Azul que no estadio propio tiene y que un título después de más de dos décadas no significa que recuperó su protagonismo deportivo.
Chivas, el otro que se dice ser, hasta le tuvieron que ayudar a no descender eliminando el porcentaje por años.
Ahora Chivas intenta recomponer el paso con una estructura directiva europea que le ayude, pero va empezando. Pumas sigue igual con la buena de Dios y la Máquina que ya no se sabe y con un técnico no van a cambiar gran cosa si su directiva no cambia sus modos.
Por eso Pachuca en el centro manda porque su directiva tiene orden y peso conocedor en las decisiones deportivas.
Por eso Tigres y Rayados mandan en la Liga, porque el trabajo lo hace valer. Si bien es cierto, no debutan muchos jugadores lo hacen con contrataciones que en su mayoría rinden.
Mediáticamente estos tres equipos no reciben la difusión nacional debida. Por intereses, por centralismo o por lo que usted guste y mande pero, aunque cueste más, se han ganado respeto y odio de aficiones en el resto del país.
Al norte le cuesta más tener esas coberturas pero con resultados se va avanzando.
Tigres y Rayados son ejemplo. Y aunque les duela, ahí están, demostrando ser grandes, demostrando que cuando van a cualquier plaza la afición asiste porque quieren ver a sus equipos pegarles a los norteños y eso no se puede ocultar aunque haya muchos que lo quieran ignorar.