México ha calificado por octavo mundial consecutivo, producto de una gris eliminatoria donde hubo más tristezas que celebraciones comandadas por el “Tata” Martino que parece algo cansado física y mentalmente del entorno que envuelve a nuestra gloriosa selección.
Es difícil visualizar un equipo que brinde espectáculo, los jugadores en conjunto no han logrado brindar una actuación sólida bajo el mando de Martino, quien venía precedido de una buena fama producto de sólidos trabajos como Paraguay y un Barcelona que, si bien no logró algo trascendente bajo su mando, siempre estará en su palmarés.
¿Por qué titulo que la Selección es un reflejo nacional? Así como me pregunto, también me respondo; y es en el diario vivir nacional, político, social, cultural y, sobre todo, en las andanzas callejeras donde puedo palpar el caos, la tensa calma, la falta de planeación en todos los sentidos pero sobre todo la improvisación con la que vivimos, que al final permea en el producto de entretenimiento deportivo por excelencia de este país, la liga y en este caso la selección.
No hay palpable una dirección, un sentido u objetivo mas que el de mantener un negocio para el gozo de los bolsillos de unos cuantos que mantienen el dominio, sobre todo mediático de un equipo que desde hace años no brinda un partido digno de recordar.
Tal vez suenen pesimistas estas letras que buscan expresar el sentir de un aficionado que se sienta en su sillón buscando un poco de distracción después del complicado diario vivir; pero más allá de los comentaristas profesionales y de redes sociales, no me interesa aprender estadísticas, estilos, cuadrantes y posiciones para justificar un mal espectáculo, uno muy caro que me pide gastar en camisetas, viajes, boletos; para al final mantener la millonaria maquinaria de jugadores, directivos, medios y demás protagonistas, mientras uno cuenta los pesos para recargar la tarjeta del transporte público.
Se ha calificado a un Mundial y es más relevante la cachetada de Will Smith a un comediante que hizo mofa de su vida y la de su esposa. Se acerca un mundial que parece pudiera ser más desabrido de lo esperado. Bien preguntan muchos: ¿Para qué se califica? Tal vez para escuchar las narraciones de Martinoli, las “impresionantis” frases de Zague y las indescifrables palabras del “Brody” Campos.
Mientras los medios empoderados con el control de las transmisiones comienzan a colocar el deporte a niveles inaccesibles con paquetes premium, aplicaciones de paga y cada vez mas publicidad de casas de apuesta; la gallina de los huevos de oro solo será para unos cuantos mientras los demás nos preocuparemos por cosa mas “banales” como tener agua en nuestros hogares.
Un ciclo más ha llegado a su fin y comienza el conteo para Qatar, país de mucho dinero y pocos derechos…y derecho hacia los mismos resultados de los últimos años va la selección.
¡Saludos Desde el Sillón!