Se están cumpliendo 44 años del fallecimiento del torero con más personalidad y categoría en la historia del toreo mexicano, un 20 de septiembre de 1978, hizo el último pasillo a la eternidad el gran Lorenzo Garza, orgullo regiomontano.
El también conocido como “Ave de las Tempestades” nació en la capital neoleonesa un 14 de noviembre de 1909 y desde temprana edad mostró “patas para gallo” en el difícil arte del toreo, pues su arrojo, valentía y decisión de convertirse en figura del toreo, lo llevaron a ser un personaje representativo de la cultura mexicana del segundo tercio del siglo XX, cuando al torero se le tenía respeto y admiración al ser un “mítico” personaje de la cultura popular de Hispanoamérica.
Fueron muchos sus triunfos por las plazas de toros de la república mexicana y de España convirtiéndose hasta la fecha como el único torero mexicano que ha cortado un rabo en la Plaza de Toros de las Ventas de Madrid.
Fue un 29 de septiembre de 1935 cuando el “Señor de Monterrey” alcanzó un triunfo excepcional en Las Ventas de Madrid, al cortarle las orejas y el rabo a un toro de la ganadería de Martín Alonso, lo que hasta la fecha ningún otro torero mexicano ha logrado, por lo que por ese importantísimo hecho, las empresas y la afición regiomontana deben hacer un homenaje a una de las máximas figuras mexicanas que dejaron una huella que sigue viva en el coso más importante del mundo.
La gran prestancia de Lorenzo Garza en los ruedos del mundo lo hizo convertirse en una figura atractiva para otros públicos, por lo que el regiomontano ilustre figuró también en los sets cinematográficos, participando en cintas como, “Novillero” de 1937, “Un domingo en la tarde” de 1938, “Toros, amor y gloria” en la que actuó al lado de las actrices de renombre, Sara García y la reina de la rumba María Antonieta Pons.
La figura de Don Lorenzo Garza inspiró también al célebre compositor mexicano Agustín Lara a dedicarle el muy famoso paso doble de nombre “Novillero”.
Fueron muchos los festejos del maestro Garza que en España se convirtieron en leyenda, uno de ellos fue cuando en un “mano a mano” el regiomontano se tiró a matar a cuerpo limpio, replicando lo hecho por su alternante Luis Castro “El Soldado” que momentos antes y después de ejecutar una gran faena, decidió tirarse a matar solamente con un pañuelo en un alarde de valentía.
Grandes triunfos de Garza se vieron en los ruedos mexicanos y españoles, que le valieron la idolatría popular, así también sus fracasos que redundaron en célebres broncas con el público, llevándolo en varias ocasiones a pasar algunas noches en la cárcel a consecuencia de las sanciones que las autoridades civiles le aplicaban.
Por todo ello Lorenzo Garza se ganó con facilidad el mote de “Ave de las Tempestades”, bautizado así por el famoso periodista taurino de la época, José Jiménez Latapí “Don Dificultades”.
Con Lorenzo Garza no había medias tintas o triunfaba o hacía bronca, pero siempre se ganaba los encabezados de los periódicos y de las narraciones por la radio; así era Lorenzo Garza todo un figurón dentro y fuera de los ruedos.
Una de las últimas actuaciones del maestro Garza fue la del 5 de noviembre de 1965, cuando regresó a los ruedos para darle la alternativa a quien en ese momento era el novillero puntero en México, el regiomontano Manolo Martínez.
El 20 de septiembre de 1978 (casualmente el día de la fundación de Monterrey) de hace 44 años, Lorenzo Garza se despidió de este mundo, dejando una enorme tristeza entre los aficionados que hoy en día lo recuerdan como el maestro del pase natural y como el torero con mayor personalidad que ha dado el mundo taurino, ojalá los taurinos y las autoridades de la ciudad, rindan un homenaje a este regiomontano que con su solo nombre despertaba pasiones, Lorenzo Garza símbolo de Monterrey.
Twitter @AlbertoHdzMX