En los libros de la especialidad hay nombres de ciclistas muy conocidos por sus increíbles victorias, por sus grandes hazañas y por su enorme talento, pero también hay muchos que no todos recuerdan. Y no porque no tengamos sus nombres presentes son menos importantes: los gregarios .
Ser gregario significa estar dispuesto a todo para ayudar a que tu compañero de equipo logre el mejor resultado posible, es necesaria una entrega absoluta, ya que además del tremendo desgaste físico, también tienen que olvidarse de buscar resultados individuales y, en ocasiones, es necesario bajarse de su bicicleta para dársela al líder y éste pueda continuar con la carrera; definitivamente su papel no tiene comparación con ningún otro deporte.
Para que un hombre sea el primero en cruzar la meta, que sea el mejor posicionado en un sprint final, que esté suficientemente descansado al momento de una fuga o al llegar a una escalada, para todo eso y más es necesario contar con el apoyo de los equiperos que son más allá de compañeros -de cierta forma son soldados-, que con mucho honor y dedicación exprimen totalmente sus fuerzas y estrategias para ayudar al líder del equipo.
Hay ocasiones en que un gregario se gradúa y se convierte después en líder, va pasando el tiempo y sus resultados y esfuerzos van acumulando a su propia reputación y así, llega el día en que ya no es solo hacer un esfuerzo por poner en alto el nombre del equipo.
Para los aficionados es fácil recordar la mancuerna que hicieron Pedro Delgado y Miguel Induráin ente los años ochentas y noventas, en los que Pedro se apoyó en el talento joven de Induráin para lograr grandes resultados y llegando el momento Delgado aceptó su relevo de líder y dedicó sus energías como gregario de lujo del que después ganó cinco Tour de Francia seguidos (1991-1995).
Han fallecido 5 de los hombres que trabajaron para que Induráin se convirtiera en uno de los mejores ciclistas de la historia, Españoles como José María Jiménez, Jesús Rodríguez Magro y Franceses como Dominique Arnaud, Armando de las Cuevas y Fabrice Philippe; sin su arduo trabajo Miguel no se habría unido a la lista de estrellas como Eddy Merckx, Hinault y Anquetil. con los que comparte el récord de más Tours en el bolsillo. Sin embargo el español es el único que lo ha conseguido ganar las 5 veces seguidas.
En días muy específicos, con la estrategia bien planteada, vemos exhibiciones de estos selectos súper gregarios que más allá de ser una locomotora con resistencia increíble, se convierten en contendientes de etapa, y de ahí van llamando la atención de todos y en el futuro no hay duda que buscarán llegar a liderar la alineación.
Esta dinámica de lideres y trabajadores, ha dado pie a muchos dramas y situaciones polémicas a lo largo de los años, definitivamente no han faltado ciclistas que se han sentido más importantes o capaces de lo que son, a más de uno se les ha subido la gloria y se han revelado en contra de las ordenes de equipo.
Así es como se han dado muchos cambios de miembros entre los equipos del pelotón, llega el día en que uno se siente que es invencible y deciden disputar la victoria ignorando el plan, trabajando de manera individual y después buscan a donde pueden irse, procurando encontrar otro equipo que quiera darles el codiciado lugar de líder, pero no todos los pedalistas están hechos para la gloria.
No siempre basta solamente con ser el más fuerte o el más rápido, y tampoco es suficiente con tener el equipo más completo, hay mil factores que considerar para lograr ganar una carrera, y uno de los más importantes es la estrategia, además es sumamente importante contemplar la nutrición y la planeación de las temporadas, el tener en cuenta las cargas de entrenamiento y desgaste físico para preparar la condición atlética para las fechas en las que se busca obtener los resultados deseados.
Conseguir victorias sobre la bicicleta no es fácil, y tener en orden tantos aspectos es aún más complejo, por eso también hay que valorar el trabajo de todos los involucrados con este maravilloso deporte, aún cuando no todos andan en dos ruedas, algunos sobre los autos de apoyo, otros en los autobuses esperando en la meta y otros en las cocinas o los talleres de los equipos esperando para apoyar a los atletas.
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