Al fútbol mexicano le urge superar los traumas de la pandemia y los partidos a puerta cerrada.
Muy pronto dejamos atrás el sonido de un estadio vacío. Los gritos de los jugadores no impactan sin el coro de aficionados en las tribunas.
Sin embargo las medidas adoptadas para proteger la maltrecha economía de los clubes entraron en obsolescencia al final del torneo.
El sistema de competencia provocó proteccionismo y cobijó mediocridad.
Los equipos que venían jugando bien como el América se vinieron abajo, algunos otros clubes jugando a nada se colaron al repechaje, y los partidos que hoy estamos viendo carecen de calidad; hay garra y actitud pero hasta ahí.
Salvo honrosas excepciones como el partido de vuelta que nos regaló Pumas en el Azteca frente al América, y el segundo tiempo de Tigres en el Volcán para superar a Santos, el resto ha sido un fútbol de escasa calidad.
El atrevimiento de Miguel Herrera para partir el equipo, metiendo cinco delanteros y sacando dos medios de contención fue espectacular.
Ese gol de Carlos Salcedo se produce porque cuando tienes que marcar a cinco en el área, la llegada del Titán causa sorpresa, amén de la soberbia ejecución con la pierna zurda.
Proponer un fútbol ofensivo ante un equipo medroso que salió a defender un gol, tiene un justo premio.
Los clubes con recursos e inteligencia deportiva en sus directivas siguieron invirtiendo.
Hicieron la pausa pero no entraron en zona de confort, reforzaron su banca para sacar ventaja de los cinco cambios. Ahí están Tigres y León.
A otros como América, Cruz Azul y Monterrey no les funcionó en la recta final y liguilla, pero apostaron igual para mejorar sus resultados y el espectáculo.
Cuando las circunstancias cambian para bien, regresa la fiesta al estadio, las transmisiones de televisión suben su rating y se empiezan a dar señales inequívocas de que tenemos que regresar a donde nos frenó la pandemia.
Los actores se motivan y eso beneficia la calidad del juego, saca lo mejor de los técnicos y futbolistas.
Vamos matando la mediocridad, ese es el rumbo de la era post pandemia. Bendito fútbol.