Los máximos juegos deportivos nacionales juveniles del país están en desarrollo en Baja California y en otros tres estados del norte, como subsedes.
Hoy los llamados Nacionales CONADE, y Paranacionales CONADE para el caso de los deportes de capacidades diferentes, revisten gran importancia por retomar su calendarización tras haber sido cancelados por la pandemia del Covid-19 en 2020 y retomados en 2021, aunque sin gran competencia y por lo mismo sin llamado al trofeo por equipos.
Los nombres de NC y PC son recientes, ya que durante 23 años se llamaron Olimpiada y Paralimpiada Nacional; por eso mucha gente sigue refiriéndose a ellos como “Olimpiada Nacional”.
Desde su nacimiento la ON fue creciendo en disciplinas y participación, y se volvió un atractivo para la competitividad nacional.
Muchos estados vieron en ella la posibilidad de desarrollo deportivo: más y nueva infraestructura, más deportes para practicar, más entrenadores que contratar, más deportistas, más ciencias del deporte, mejores estrategias y programas: más recurso económico para invertir.
Hay que hacer notar que la premiación por equipos llegó a tener varias modalidades, siendo las más importantes la de Puntuación y el Medallero.
La más relevante para los estados fue la de Puntuación, por considerar que, para poder figurar en esta modalidad, un estado debía cubrir más deportes y paralelamente contar con más calidad de sus deportistas.
Por el contrario, el medallero solo da fe de la calidad de un estado para tal o cual deporte, muchas veces sin figurar en el resto de las disciplinas.
Los resultados en las tablas de puntos y medallas de los NC se asemejan mucho al medallero olímpico. En éste destacan en los primeros lugares los países potencialmente fuertes en la economía y, por el contrario, los más pobres van de media tabla hacia abajo.
Existen excepciones en el Medallero Olímpico por la común presencia de naciones africanas o del Caribe (Etiopía, Kenia, Jamaica) que se ubican bien, lo que no necesariamente es indicativo de “potencia deportiva”, sino más bien que es un fenómeno que debe verse como el resultado de una estrategia bien desarrollada por esas naciones para explotar una habilidad natural de su grupo poblacional.
Difícil ver algún día a deportistas de esas naciones en tenis, tenis de mesa, balonmano, clavados, ciclismo de pista, voleibol, etc.
La ON detonó en México un emotivo y eficaz auge en estados como Jalisco, Baja California (BC), Yucatán, Estado de México (Edomex) y otros medianamente fuertes como Ciudad de México (CDMX), Chihuahua, Sonora, Guanajuato, Querétaro, Tamaulipas.
Los más atrasados generalmente siempre han sido Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Campeche y Tabasco.
En México, la posición de estados líderes en importantes indicadores económicos también suele corresponder con las posiciones más altas de las tablas de puntos o del medallero en la ON, o ahora en los NC.
CDMX, NL, Coahuila, Querétaro y Jalisco ocupan los primeros cinco puestos en el Índice de Competitividad Estatal 2022. CDMX, Coahuila y Querétaro nunca han ganado la ON, pero han figurado algunos años entre los diez primeros.
Yucatán (10º en el ICE) tampoco nunca ha ganado la ON, pero ha estado entre los primeros cinco de las tablas, y BC (13º), siempre posicionado en los primeros tres, incluso llegando a ser segundo en el medallero en alguna ocasión.
En el ICE Tabasco es 23º, Chiapas 30º, Oaxaca 31º y Guerrero 32º.
En la ON 2019, la última que se realizó con toda la mano, Campeche fue 13º, Veracruz 18º, Oaxaca 19º, Chiapas 21º, Tabasco 29º y Guerrero 35º; 35 entidades porque participaron la UNAM, IPN y la Comunidad Mexicoamericana.
La excepción ese año fueron Yucatán, 4º en la ON y ahora 10º en ICE, y Quintana Roo, 5º en la ON y 19º en el IEC.
Existe una correlación entre fuerza económica y resultados deportivos, muy parecido a como acontece en los Juegos Olímpicos: los estados más desarrollados económicamente, por lo general están siempre a la vanguardia deportiva, no así los estados pobres.
Los NC deben ser más selectivos que masivos y por lo mismo asegurarse de que en cada edición solo compitan los mejores deportistas y equipos del país, y aunque duela, dejar de lado la masividad.
La ON siempre fue el “proveedor” más importante de deportistas a las selecciones de Mundiales y Juegos Olímpicos, y debe seguir siéndolo.