América consiguió el tricampeonato, Rayados se quedó en la orilla. El domingo en el estadio pude estar gracias a Hora Cero Deportes, nadie me contó, nadie interpretó por mí, yo lo vi y yo estuve ahí, en la casa Rayada, con su gente; el triunfo de América fue inobjetable, sin lugar a duda para poder fantasear con un robo arbitral para justificar la mediocridad local.
Rayados se ha obsesionado con las formas desde la llegada de José Noriega, curiosamente las formas han brillado por su ausencia, y con la urgencia de lograr algo, se han obsesionado en el como olvidando un poco el que.
América contrató a Jardine con más dudas que certezas, ante el convulso adiós de Fernando Ortiz, Santiago Baños jaló la palanca de emergencia y buscó al otrora hermano San Luis para descobijarlos quitándoles a su técnico, un brasileño de esos que nadie conoce hasta que lo ve. Año y medio después ya tienen 3 campeonatos, de esos que el argentino Ortiz no sabe ganar, y que Rayados desde el 2019 tampoco.
Empezar tu gestión corriendo a un técnico idolatrado por medio de una conferencia marcada por la bilis más que por los títulos de administración presumidos por el ahora presidente albiazul, es un mal augurio para alguien que viene a cambiar la historia, pero con maneras cuestionables, si bien se reconoce las giras de medios defendiendo la divisa, es en casa donde se debe tener maneras impecables para lograr algo que perdure en el tiempo y no se pierda en la marabunta de declaraciones en medios.
La implacable corte de Monterrey es algo que pasa factura mas temprano que tarde, los delirios de grandeza provocados por el dinero de una empresa que sabe lo que hace, es algo que la afición toma como logros propios y te exige como CEO ante la inversión de abonos, camisetas y tiempo consumido de un producto que se ha alejado del objetivo primordial, generar que los jóvenes y no tanto, muevan el cuerpo por salud.
Traer a Sergio Canales es caro, tener a Lucas Ocampos es caro, Oliver Torres gana muy bien, pero los demás jugadores son de medianos a malitos siendo benévolos. América tiene un plantel parejo, calidad en cada línea, hay pocos que sobresalen mucho sobre los demás, el fútbol a veces ratonero del brasileño a nadie le importa, porque en cada jugada se juegan un trofeo, eso que su dueño y dueño de todo el fútbol azteca exige.
Aventar el marketing por delante es peligroso, cualquier campaña publicitaria debe ser precedida de resultados previos, porque cambiar la percepción en redes te dura 5 minutos cuando en la cancha en 90 no se respalda lo que se pretende. Creer que publicar un video con los discursos motivacionales del medio tiempo te dará algo, es iluso, porque esas palabrerías se ven en cada vestidor y son irrelevantes ante la inoperancia en el rectángulo verde, ahora América saca su propio discurso de su capitán y ya todos creen que por eso ganaron, cuando llevan años gastando a lo loco por jugadores nada baratos, que muchas veces les han fallado, pero recientemente todo les funciona.
Rayados necesita respirar 1 minutos y detenerse a pensar que quiere, vencer toda la inercia en contra es complicado si no ganan múltiples campeonatos, con la presión de una gallina enterrada, de correr a tu leyenda con el hígado, de haber traído a un fracaso de técnico de América para que replicara lo mismo aquí; de meter múltiples campañas de marketing que la cancha destruye, de querer hacer porras desde el micrófono del estadio sin dejar que la gente se organice orgánicamente, de un plantel mocho con alta calidad en 3 posiciones pero jugadores muy pobres de fútbol en la mayoría de las demás.
Entre más se espera de este equipo más te falla, en 2019 con Mohammed nadie daba 1 peso por ese plantel y quedaron campeones, hoy cada torneo se espera algo y se obtiene nada, por lo que la mente rayada se va llenando de telarañas con logros ajenos de equipos odiados como Tigres y América; se quiere lograr lo que ellos sin empezar con 1 torneo ganado al menos y ahora se viene el torneo de clubes más importante de la historia y parece llegarán sin trofeos ni piernas, y con un plantel cuestionable en calidad en varias líneas.
Lideratos y finales no dan trofeos, campañas de marketing tampoco, por eso odian más a las Águilas, porque ganan, no porque presumen el querer ganar, y si bien Rayados gasta, América, Tigres, Cruz Azul Toluca y algún otro que olvide, gasta igual o más pero solo al Monterrey se le arman campañas para señalarlo, porque se tiene mala prensa con ciertos medios que tienen interés, o eso pareciera, por lo que la imagen a nivel nacional es de niño rico que no sabe gastar su lana.
Todo se borra con campeonatos, pero la imagen de odioso niño quejumbroso no se quita, necesitas ganar mucho más, hacer torneos épicos, ganar con gallardía y emociones, mostrar con jerarquía que todo el club de Monterrey está para ganar todo, pero sin estilo definido, con jugadores sobrevalorados, técnicos noveles en México y directiva que son expertos en declarar mas no n ganar, pues se ve complicado de cara a un 2025 lleno de torneos que ganar, pero con expectativas pobres al respecto.
Los Rayados parecen se conforman con ser campeones de Twitter, los aficionados lideran el “mame” en redes, ya tiene más “influencers insiders” que campeonatos en las vitrinas, por lo que la mira parece perdida, el objetivo desviado y los esfuerzos desperdiciados.
Al no saber como lograste lo que lograste, es difícil que lo repitas, mientras América festeja tricampeonatos con un plantel robusto, lleno de calidad y con un juego que se saben de memoria, un Tigres que va en decadencia, pero con trofeos que respaldan una reestructuración, se ve complicado al menos igualar a los grandes, por lo que el objetivo creo sería definir que quieres, que deseas proyectar y ver porque ciertos medios te odian tanto.
Se acaba el año, y solo se puede descansar y recargar pilas, el “Tato” de la gente ya comenzó con sus declaraciones estridentes, elocuente, pero sin fondo…a ver que depara en el 2025.
¡Saludos desde el sillón!