En una semana parece que no pasa nada con la ciclónica salida de Robert Dante Siboldi como técnico de Tigres, pero en la punta de la lengua tengo estas preguntas:
* ¿Qué necesidad había de salpicar con excremento metido en un calcetín y amarrado a un abanico de techo, a Robert Dante Siboldi y a su cuerpo técnico sembrado la duda de amañar el juego de cuartos de final del pasado torneo ante Monterrey?
* ¿Qué motivos tan graves hubo como para filtrar esa versión a David Medrano, de TV Azteca Deportes, quien fue el primero en desparramar ese rumor que luego desmintió el técnico y la directiva rayada?
* ¿Por qué Tigres solamente despidió en unas cuantas líneas a Siboldi y evadió negar o afirmar lo que fue viral el redes sociales, sembrando la duda sobre el técnico uruguayo?
* ¿Qué hizo retractarse a Mauricio Culebro, presidente de Tigres, en no anunciar la renovación del contrato Siboldi, cuando en entrevistas ya lo había confirmado para el Torneo de Apertura 2024?
* ¿Por qué, una semana después, el polémico tema se fue diluyendo en los medios, quienes se ocuparon más en el chisme de Christian Nodal y Ángela Aguilar?
* ¿Y ahora qué club se atreverá a contratar a Siboldi y a sus colaboradores?
* ¿Y quien limpiará la imagen de la jugadora de las Amazonas que en la redes sociales fue involucrada?
* ¿Será que entre los dueños de los clubes ya se compartieron por WhatsApp el mensaje de que todo fue mentira, show y hasta carta de recomendación le expidieron a Siboldi?