Estamos a una semana de que vuelva la actividad en la Monumental Plaza de toros México, con una mini serie de festejos que tienen como fin primordial reactivar la economía de este sector taurino en la capital de la República.
Es, de hecho, el primer ensayo que tiene la empresa para comprobar cómo responderá la afición, temerosa aún quizá de volver a encontrarse cercano uno al lado del otro en el tendido, a pesar de estar en un espacio abierto y de que se diga que así no hay tanto peligro. El virus y los asintomáticos como quiera existen.
El Covid-19 no es un juego y eso ya lo hemos podido comprobar muchos de nosotros, al ver cómo se han ido lamentablemente a causa de esta enfermedad muchos amigos, compañeros de profesión y familiares. Uno mismo como periodista que ha tenido que estar al día informando la situación a nuestros diferentes públicos en los Medios y redes sociales, sentimos cierto temor de volver a estos lugares públicos como plazas y estadios, por temor a contagiarnos.
Claro, habrá muchas personas que han estado en el encierro o trabajando desde casa, que ya sienten la necesidad de salir a las calles con más libertad y divertirse, pero créame que para los que hemos estado trabajando de manera presencial en nuestros lugares de trabajo, esto todavía hoy lo vemos con ciertas reservas.
En fin, el caso es que ya estamos aquí de nueva cuenta con esta mini temporada del retorno de la fiesta a la gran cazuela de Insurgentes y veremos cómo nos va.
He escuchado comentarios adversos de quienes critican el por qué dar tres novilladas, una corrida de rejones, una de seis toreros y la tradicional Corrida Guadalupana, con cuatro espadas.
La afición nunca va a estar satisfecha con lo que las empresas les ofrecen. Recuerden que estas son empresas privadas y ofrecen los carteles que quieren dar, en número, forma y con los toreros participantes que a ellos les interesa mover en el circuito y, ya dependerá del aficionado si va a ir a la plaza o prefiere quedarse en su casa. Criticar en su casa viendo la televisión y luego creerse comentarista o reportero de redes sociales, es algo a lo que nos hemos venido acostumbrando en los últimos años.
¿Qué hay molestias porque la primera corrida ha sido llamada “de Las Luces”, como en Tlaxcala? Pues sí, es verdad. Podrá ser una copia de aquella, pero es la primera que se realizará en La México, un escenario mayor que de seguro se verá imponente a la luz de las velas en los tendidos. Será ceremoniosa, contará con un ritual religioso, pero luego de eso veremos qué sucede en el ruedo.
Las tres novilladas presentan algunas caras distintas, jóvenes promesas que están dando mucho de qué hablar en el escalafón. Si por la pandemia no hubo oportunidad de dar una temporada de novilladas, dejemos sin criticar que en tres festejos pueda tener actividad la nueva generación que viene empujando detrás.
Veremos también un mano a mano de rejoneadores, con los dos triunfadores que han indultado en ese escenario en las temporadas previas a la pandemia. El hispano Andy Cartagena y el mexicano Emiliano Gamero. Los acompañaran varios grupos de forcados y un espectáculo ecuestre amenizado por la orquesta sinfónica.
¿Le parece poco?
Para rematar se llevará a cabo la Corrida Guadalupana con la participación de dos toreros del momento, Antonio Ferrera y Morante de la Puebla, acompañados de Diego Silveti y el queretano Diego San Román que tomará la alternativa. Me parece que son carteles diferentes sí, pero muy atractivos. Ojalá tengan ocasión de darse una vuelta por la CdMx y vivir en persona estos acontecimientos.
Ya vendrá, si la pandemia lo permite, una temporada larga como estamos acostumbrados, por lo pronto siéntanse felices de vivir para contarlo. A fin de cuentas, podemos decir que hasta ahora somos sobrevivientes del Covid-19, ya dos años seguidos y lo demás va siendo ganancia. ¡Síganse cuidando!