La NFL tuvo uno de sus momentos más críticos en el año, ó tal vez del siglo, al presentarse el incidente de Damar Hamlin el pasado lunes 2 de enero en el “Monday Night Football” que se llevaba a cabo en Cincinnati Ohio.
La NFL estaba por concluir con la jornada 17 de la temporada con dos equipos que prácticamente tienen ya su boleto a la fiesta grande, sin embargo un hecho sin precedentes se dio en la cancha.
A vísperas de finalizar el primer cuarto y con el marcador en 7 a 3, a favor de los Bengalíes, el profundo Damar Hamlin realizaba un “tackleo voya” al corredor de los Bengalíes Tee Higgins (se le llama así cuando reciben con tu cuerpo de frente el impacto del ofensivo y te dejas caer sosteniéndote de él para frenar la potencia del cuerpo rival). Ante las cámaras todo se veía algo muy normal.
Hamlin, de 24 años de edad, terminó su jugada e instantes después se desplomó alertando a todo el recinto. Inmediatamente el cuerpo de ayuda del equipo local y paramédicos que se encuentran por protocolo en los estadios actuaron de forma correcta y eficaz, salvándole la vida con los primeros auxilios.
El diagnóstico fue un paro cardiopulmonar instantáneo a consecuencia del impacto, el cual necesitó reanimación y descarga eléctrica para volver a la vida al jugador de la NFL.
Lo demás que hemos leído en otros medios es historia: el detalle a relucir es la rápida atención que recibió el jugador de inmediato en plena cancha y el protocolo de acción por parte de la liga que demuestra por qué tiene el éxito que tiene hoy en día.
La NFL no ha informado si el partido de reajustará para otra fecha o simplemente quedará anulado, ahorita lo más importante es la salud del jugador y ya después continuarán con el negocio.
Aplausos.