A mis cuatro lectores les comento, es cierto, muchas veces me he llenado de tristeza, de dolor, de llanto y de enojo, pero no deja uno de amar a los Tigres por el espíritu combativo que este club derrocha.
Siempre hemos navegado contra corriente, jamás nos han regalado nada, ni un saque de manos, todo lo que se ha logrado ha sido a base de sacrificio y poniendo el alma hasta la última jugada del partido.
Esta “nueva era” de la institución (del 2010 a la fecha) nos han dado con creces tantas emociones que nos debían; lo bonito es que ya están encarrilados a no esperar menos y no conformarse con solo algunos triunfos.
¿Qué quieren que les diga?
Estoy feliz con mi equipo, con la directiva, con la institución, con los jugadores, con el cuerpo técnico, hasta ya se me olvidó que el huesero estaba perjudicando a nuestros jugadores.
El ambiente en el vestidor, madre mía, qué alegría verlos a todos bailando y jugando. ¡Esto es Tigres!
No se si seremos campeones, pero lo que sí se es que este equipo tiene alma y espíritu, y arrastra muchedumbres a amarlo, cobijarlo y entenderlo. Yo no sé si ésta es la mejor afición, pero lo que sí se es que es la afición más pasional y que también se entrega en plenitud.
Los cuatro grandes, según los de la Ciudad de Méxic, nadie merece estar en ese grupo, créanme no nos mortifica en lo absoluto. No se compara su afición (cualquiera de los cuatro) con la de los Tigres..
Estoy muy orgulloso de mis colores, y se que este club realmente representa a todos los incomparables. Gracias por ser recíprocos con nosotros.
Perdóneme si hoy me gano este orgullo tan grande que siento, escuchar la ebullición del Volcán a acá en la distancia; créanme, se me pone chinita mi piel porque se lo que es estar ahí, en medio de esa pasión.
Y sí, tan bien canto al unísono de mi fabuloso Volcán.
Y todo Mexico se dio cuenta, porque en todos los programas de televisión hablaron de esa explosión volcánica. Por favor mi estimado director Héctor Hugo Jimenez, ponga el decibelímetro en la próxima edición, y busque el récord Guinness.
No se enojen conmigo, total, qué daño les hago, del que deben de preocuparse es del club Tigres y su magnífica afición, que esos sí darán de qué hablar por hoy y por lo que continúa.
¿Los cuatro grandes? Por Dios, en la Sultana del Norte solo existe un grande, y está en San Nicolás de los Garza. De ustedes ni nos preocupamos. Para la afición auténtica Tigres, no existen grandes, no deseamos estar dentro de su club de Toby, solo lo que importa es nuestro club.
Somos un club punto y aparte, único en el fútbol mexicano.
Reciban un cordial saludo desde las aguas cálidas color turquesa desde el caribe mexicano.