En Twitter se desató la polémica estos últimos días por un tuit que publiqué sobre los ratings de los programas deportivos en televisión abierta de Nuevo León, que refleja que el menos visto es El sabor del balón de “Pello” Maldonado en TV Azteca Noreste.
Y como era de esperarse en esa red social se están tirado con todos los defensores y los ofensores del conductor que registró 0.1 décimas de audiencia la semana pasada, casi ignorado por quienes todavía encienden la televisión para ver la tradicional y casi extinta oferta diaria.
Cierto es que la televisión abierta va perdiendo audiencia ante as plataformas de streaming, sin embargo todavía mandan los registros de IBOPE para temas de la inyección de pautas publicitarias millonarias, sobre todo en deportes donde los patrocinadoras sostienen esos programas y generan altísimas utilidades para los canales.
Para los que no saben qué es IBOPE, quise retomar dos párrafos de la columna La Caja de Pandora que quincenalmente se publica en Hora Cero, que en seguida les comparto:
Desde siempre los números de IBOPE han sido como la Biblia para los católicos. Llegan solamente a manos de los generales, a decir, a los dueños y directores de las televisoras, y no siempre a la tropa. Y cuando se hacen públicos unos los desacreditan y otros destapan las botellas de champagne Dom Perignon de 7 mil pesos (para los que mastican el francés y no ganan el mínimo).
Si bien con el paso de los años han aparecido otras audiencias y plataformas como las redes sociales, los ratings de IBOPE son, hoy por hoy, tan incómodos, reveladores, sepultados o presumidos. Y va otro ejemplo: ¿cuántas veces no se han visto notas sobre dónde se vio un partido de futbol en un Mundial de Futbol. Si en TV Azteca o en Televisa? La fuente es IBOPE.
Dicho lo anterior, mientras tenga al alcance los ratings de TV Azteca Noreste, Televisa Monterrey y Multimedios que, dijo sea de paso, pasan la prueba de la veracidad, los seguiré publicando en mi cuenta de Twitter @hhjimenez para que tengan una idea por dónde sopla el viento.
De las burlas que hagan los contrincantes de “Pello” Maldonado me deslindo al cien por ciento porque ese no es mi tema. Son viejas o nuevas rivalidades. Son choques de aureolas en un mundo deportivo donde los egos y los celos son el pan de cada día.