Guste o no guste, y para nadie es sorpresa o novedad, pero el centro del futbol profesional en México se reubicó a Monterrey desde hace varios años.
Como periodista con un camino bastante recorrido, ha sido muy interesante ver, conforme como mas pasa el tiempo y mas avanzan las redes sociales, como sigue calando hondo en el centro del país que los regios acaparan reflectores, tanto o más como han acaparado campeonatos nacionales e internacionales en varonil y femenil.
Solo basta ver o escuchar cualquiera de los programas de análisis más influyentes en la televisión y el radio para darse cuenta de la cantidad de minutos y la calidad de coraje que los expertos le tienen a los norteños.
Desde los fallidos esfuerzos por igualar a Tigres con la contratación de Gignac, la hegemonía en Concacaf de los Rayados, y la maternidad regia en los títulos femeniles, las comunidades del futbol en la CDMX y hasta de Guadalajara siguen sin encontrar la manera de reclamar exitosamente el centro del poder desde hace mucho perdido. Incluso a nivel mediático se han perdido ya las hegemonías.
El éxito de la transmisión online de Tigres Femenil en la final y las interacciones que se tienen en redes sociales también dan cuenta del alcance regio en plataformas digitales.
Y bueno, pues para hacer mas grande la herida, se acaba de anunciar que los y las Tigres de la UANL van a tener un estadio nuevo sobre la base del actual volcán. Una excelente decisión que preserva la identidad universitaria y la historia de los equipos.
El estadio, muy a lo regio, será un espacio multidisciplinario que en su proyecto se identifica la pasión para educar, para desarrollar y generar capital y para ganar campeonatos.
Sin ser experto, me parece que una vez que se complete la remodelación del volcán Monterrey se pondrá a la cabeza en Latinoamérica como la ciudad con los estadios mas modernos, lo cual potencialmente la proyecta como líder de las sedes mundialistas del 2026 en el mundial trinacional.
Incluso, aún y con los majestuosos estadios que hay en los Estados Unidos, los inmuebles regios serán mucho mas importantes por los resultados, la calidad y sobre todo la pasión de los equipos que allí juegan.
Para Tigres, el desafío que le sigue es la vida post Gignac, quien probablemente se va a retirar antes de que se acabe la remodelación, lo que implica que hay que buscar una nueva bomba que compense, difícil que iguale, la salida del mejor jugador extranjero del futbol mexicano desde Jose Saturnino Cardozo.
Para Rayados, el paso inmediato es llegar a la final en mundial de clubes y repotencializar táctica y sobre todo mentalmente las capacidades del gran equipo que han armado.
Hasta entonces, contra todos y ante la pandemia, universitarios y rayados tienen que seguir ejerciendo -con capital y con calidad- la fuerza deportiva centrífuga necesaria que les permita retener el poder en el norte.
Horacio Nájera es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UANL y maestrías en las Universidades de Toronto y York. Acumula 30 años de experiencia en periodismo, ha sido premiado en Estados Unidos y Canadá y es coautor de dos libros.