Tanto habló de transformación la pasada administración federal, que esta no se vio por ningún lado. Al menos no el deporte.
En este simple renglón, como aparenta ser el deporte y nunca prioritario para los gobiernos, no se vislumbró cambio alguno por ningún lado.
Por el contrario, los seis años anteriores fueron de “más de lo mismo”. El colmo fue llegar a pleitos con organismos deportivos del país y del exterior, y con deportistas élite justo en el año olímpico de París 2024.
Es entendible ese tremendo retroceso en el deporte nacional no profesional, aunque bueno, este está peor. El Ejecutivo no tuvo idea de lo que el deporte significa, recordemos su plan de promover el beisbol en el país para nutrir a la Ligas Mayores de EE.UU., tamaño “oso”. Ya con eso estuvimos fritos.
Y si a eso agregamos los pleitos de Ana Guevara, ahora ex directora de la CONADE, con cuánta gente se le ponía enfrente, fue difícil llegar a acuerdos, a destrabar candados, a hacer que el deportista no se desgastara en asuntos que no debieron competerle.
Sin embargo, como cosa adrede, pareció que la funcionaria más se deleitaba fustigando a tanto deportista y federativo, cuando su misión era conciliar y gestionar, incluso por encima de políticas públicas, puesto que para eso ella se ostentaba como política de primera línea.
Ahora, con la primera Presidenta al frente de la nación, la CONADE irá al ex clavadista Rommel Pacheco, cuatro veces olímpico, tres veces medallista mundialista y ex Teniente del Ejército Mexicano.
De entrada, Pacheco lleva gran ventaja sobre su sucesora por contar con una licenciatura, que, para esos niveles políticos, es mucho decir. Además, cuenta con una maestría y un doctorado “Honoris Causa”.
Esperamos que esa formación académica, más su amplia experiencia como deportista y diputado federal, se vea reflejado en buenas prácticas gubernamentales.
Lo primero, y urgente, es que Pacheco tome posición del cargo, porque como que nomás le dijeron que era el bueno y está en ascuas.
Después, que inmediatamente gestione de manera amigable cuanto problema requiera pronta solución, como su mismo deporte o como el ciclismo, el atletismo y otras tantas disciplinas emproblemadas por diferentes circunstancias.
Al día de hoy Pacheco debe estar afinando la parte correspondiente de deporte del Plan Nacional de Desarrollo. Y que no sea como el anterior, que se llamó “Programa Institucional 2021-2024”, presentado años después de iniciada la Administración lópezobradorista.
En el anterior sexenio muchos documentos y normativas políticas fueron ocurrencias puras.
Así fue el programa de deportes de la CONADE, que presentó un esquema colmado de recurrentes y nobles deseos: fundamentos, reglas, manejo de recursos, análisis situacionales, objetivos y estrategias prioritarias, acciones puntuales, metas, y visiones, pero carente de acciones y efectos inmediatos.
Ese programa, presentado en su momento como extensión del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, tuvo seis objetivos principales: 1. coordinación y comunicación entre el Sistema Nacional del Deporte, en teoría máximo órgano del deporte nacional; 2. mejoramiento de los especialistas en cultura física y el deporte; 3. disminución del sedentarismo en la población; 4. promoción del deporte de iniciación; 5. incorporación de talentos al alto rendimiento, y 6. mejorar los resultados en los Olímpicos y Mundiales.
Los seis objetivos ya habían sido trazados en anteriores administraciones. ¿Cuál transformación?
Y no se incluyeron: Elevación en la Constitución a rango de prioridad la activación física y creación del comité nacional de esta acción, deporte para todos, y planeación y transparencia del alto rendimiento, para lo que se crearía un consejo rector y la asociación por el desarrollo del deportista mexicano (Ademex).
Ese programa guevarista incluyó “proyectos modelo” para la promoción del boxeo, atletismo, marcha y beisbol, deporte este último, que porque era prioritario proveer de peloteros a las Grandes Ligas. ¡Fina ocurrencia!
Ojalá Pacheco ya tenga su aporte al PND de esta Administración, y que este no tenga nada qué ver con el anterior, sino que en verdad estipule las mejores políticas para el óptimo desarrollo de nuestro deporte no profesional.
En el ámbito estatal, el INDE ya deberá tener su pliego petitorio para Pacheco, que, por cierto, aquí en Nuevo León se le abrigó bajo aquel ambicioso proyecto de clavados de finales de los 90s, que terminó cuando salieron a la luz horrendos casos de acoso y abuso, pero esa es otra historia.