Viendo como se dieron las circunstancias del juego, la igualada no debe saberle tan mal al Monterrey que enfrentó a las Chivas la noche del sábado en Zapopan.
Ya haciendo el recuento de daños, no les fue tan mal. Sobre todo porque pese a los errores propios y ajenos, pintaba para otra cosa más grave… en contra de la visita.
De entrada, sonaba ilógico mantener un defensa central de selección nacional en la banca e improvisar un volante central como zaguero. Lento además.
Y pagaron el precio…
La Flecha Rodríguez se quedó atrás cuando Roberto Alvarado tiró un pase de crack, de tres dedos, sobre la marcha y la puso justo a la entrada de Marín, que anticipó a la zaga, bajó el balón y fusiló a Andrada.
Poco antes, le anularon un gol a Ocampos por considerar que el guardameta tenía posesión del balón, justo cuando llegó a empujar el esférico con el pie.
La regla 12 dice que “el guardameta tiene posesión del balón cuando lo tiene en las dos manos o con una, sujetándola contra una superficie, sea el pasto o su cuerpo y cuando esté en posesión del esférico, ningún atacante podrá disputárselo”. Tan tan.
El silbante considero que ya estaba la mano sobre el balón cuando Lucas patea. Y puede ser… si se trata de Chivas o ciertos equipos. el reglamento puede ser adaptable. La óptica de lo que ven los árbitros y lo que sucede realmente puede variar. Depende del billete.
Con Edson, La Flecha, Moreno y Arteaga en la defensa; Ambriz de contención con Oliver de socio ahí en medio; Canales y Jordi más adelante. Ocampos y Brandon al frente, no había manera de no verse rebasados por todos lados. Si Jordi y Canales no tienen oficio de marca; si Oliver tampoco es una gacela en la presión o la salida, Ambriz, en periodo de adaptación, no puede solo en la caseta de cobro… se le van a pasar muchos sin boleto. Y tal sucedió.
No la metían porque Chivas tiene otro tipo de problemas, pero de que son un equipo rijoso, picudo y mala leche, con mucha movilidad y más ganas que talento, nadie lo duda.
Eso de que sean duchos para ensuciar el juego es normal. Si su DT es argentino, lo traen en el ADN y lo inculcan muy bien para patear, morder, empujar, pisar y hacer todo tipo de cochinadas con la complacencia arbitral.
Para el segundo tiempo, siguieron igual y cuando pensamos que les iría peor porque entraron Corona y más tarde Guzmán, De la Rosa y Rojas… y cuando pensamos que les iría peor, nada. comenzaron a caminar para adelante y tener más el balón.
A dos del final, Ocampos le tiró un pase excelente a Corona y éste se quitó a Mozo y Rangel con una chicuelina, pasando de largo como toros al capote, se puso nerviosísimo y la tocó elegante por encima de un Pollo que casi llora de rabia, convirtiendo un golazo que sirvió para sacarle de la bolsa dos puntos
al Rebaño que ya los saboreaba.
Pero Rayados, pese a que no juega bien, sigue sacando resultados.
Si no le confía al chileno y al colombiano que tiene allá atrás y Guzmán no le gusta tampoco, trae serios problemas en su defensa; si aparte su medio campo y ataque no marca, porque no saben cómo, porque no lo entrenan, porque su DT tampoco sabe, seguirán sufriendo. Si en lugar de marcar a presión solo hacen presencia seguirán batallando.
Por suerte, ayer Canales o Berte y hoy Corona, siempre habrá alguien que venga a maquillar la incompetencia de su entrenador.