Es una palabra que ha tomado un sentido distinto para mí desde hace poco tiempo.
Un amigo me habló de ello, él a su vez la escuchó de un político y también de un reconocido ex árbitro profesional que actuó en un Mundial de Futbol.
Se referían al proceso que tiene lugar en nuestra mente, un proceso que va en dos sentidos: en nuestra capacidad para asimilar los mensajes que provienen del exterior y en transmitir la información que viene desde adentro de nosotros.
Tras escuchar esos conceptos empecé a pensar cómo podría aplicarlo a nuestros entrenamientos y a la hora de correr un maratón.
Y es cierto, mientras vamos corriendo entran tantos mensajes en nuestra cabeza, que nos pueden llegar a distraer de tal manera que perdamos el ritmo, o tengamos el riesgo de sufrir algún accidente por no estar concentrados en dónde pisamos, o checar si viene algún carro.
Además, nuestra mente genera diversos mensajes acerca de nuestra capacidad para completar la distancia, desatando, si lo permitimos, objeciones, obstáculos, temores o ansiedad.
Por el contrario, nuestra mente también puede empoderarnos en nuestro interior, hacer énfasis en nuestras fortalezas, en las oportunidades que tenemos frente a nosotros…
De acuerdo a lo que estos personajes le comentaron a mi amigo, el político (un ex Gobernador), le decía que la capacidad de síntesis la aplicaba para distinguir entre la realidad que tenía frente a sus ojos, las necesidades de la sociedad, y además para transmitir a la gente de una manera clara el objetivo de sus acciones.
El ex árbitro, mundialista en el certamen de España 82, se refería en que durante un partido suceden en la cancha tantas cosas que es fácil distraerse en detalles que no son importantes, y pasar por alto los trascendentales, por lo que es clave es hacer durante todo el partido una síntesis correcta de lo que se está observando.
Así que me hice consciente de que durante mis entrenamientos debo sintetizar lo que veo, lo que pienso y lo que comunico a mi misma y a mis compañeros, para dejar pasar los detalles con poca relevancia, para enfatizar los que realmente son trascendentales.