Bebeto llegó a México en 1999 y James Rodríguez en el 2025. Cracks y mediáticos, me parecen muy parecidos uno y otro, por las llamaradas generadas durante sus arribos. José Roberto Gama de Oliveira, se llamaba.
El mundo lo conoció como Bebeto, un crack brasileño que se coronó en la Copa del Mundo de Estados Unidos 94.
Tuvo luego una trayectoria errática en varios clubes, después de ese campeonato universal. En México, se enroló con Toros Neza en 1999. Fue un gran fichaje, mediático, escandaloso, que terminó en nada.
Ni siquiera fue un fracaso. Simplemente no figuró. Tras su salida del conjunto de los bureles, el centro delantero habló sobre su decepción en el balompié nacional.
“Yo vine a Toros Neza pensando que iba a ser copiloto en el coche del equipo, para que me surtieran de balones y meter goles. Pero mi sorpresa fue que me querían colocar de motor en la cancha”, dijo el goleador que tenía 35 años al momento del fichaje del más gitano de los clubes de los últimos años en México.
Ahora la sensación en el balompié azteca es James Rodríguez, el colombiano recién adquirido por León. Es, desde luego, uno de los grandes fichajes del balompié nacional en los últimos años.
No solamente ha sido mundialista. Fue reconocido como mejor jugador de la Copa América 2024, lo cual se puede presumir.
Entre sus muchos equipos está el Real Madrid, lo que lo convirtió en un galáctico, en el 2014, después de ganar la Bota de Oro como goleador en la Copa mundial de ese año en Brasil. La incógnita es la aportación de James al club esmeralda.
Fue presentado a la afición con un espectacular anuncio videograbado, parecido al de la película Gladiador. Se ve que le metieron presupuesto a la escenografía y vestuario. Y se agradece que el estelar y los jugadores participaran de buen agrado como actores en el corto.
Se espera que James sea el legionario que guíe las conquistas del cuadro del bajío. Es, como se puede ver, una apuesta fuerte, la del cucuteño, comprometido por dos torneos cortos. Se les viene a los Verdes este año el Mundial de Clubes 2025, en Estados Unidos, entre junio y julio, y las dos ligas locales.
El propietario de la franquicia, Jesús Martínez, ha hecho un esfuerzo descomunal para traer los servicios de este jugador que, seguramente, resultará taquillero. Va a encender a la clientela, con venta de numerosas playeras y cajitas felices.
Si bien el colombiano ha generado amplias expectativas, la afición en el Estadio León debe estar lista para afrontar el porvenir inmediato, sea bueno o malo. Rodríguez está muy por encima del nivel de cualquiera de ellos.
Se arriesga al intercambio de Dirceu, de sandías por balones. Quién ha estado más cerca de su nivel, en el equipo, es el mexicano Andrés Guardado, quién a los 38 años salió del retiro para hacerle compañía al galáctico.
En el aparador de los felinos guanajuatenses, disponibles para el entrenador Eduardo Berizzo, están nombres de poco significado, como Jaine Barreiro, Adonis Frías, Víctor Barajas, John Mendoza, Salvador Reyes, Jhonder Cádiz, Ettson Ayón.
El nuevo 10 de los esmeraldas no tiene equipo alrededor para sustentar su calidad. En lo individual puede hacer algunos driblings y anotar con mágicos tiros libres.
Pero difícilmente se va a convertir en la pieza necesaria para llevar el once a las alturas. Las historias de James y Bebeto pueden entrelazarse, más de dos décadas después, por la urgen