Después de ver al Monterrey en pretemporada, se antoja como para que los aficionados que se alejaron de la grada del estadio de La Pastora, regresen.
Tuvieron motivos para irse. El equipo se los dio. Hoy pueden ilusionarse de nuevo y no sólo por los resultados contundentes de sus últimos dos juegos de ensayo ante Pumas y América de Cali, sino porque con dos-tres ajustes de tuerca, el profesor Vucetich está dándole un funcionamiento diferente y mejor.
Un mediocampo con Celso y Romo en la caseta de cobro de la aduana central; con Meza y Ponchito abiertos y Funes y Aguirre al frente, se ve bien. Si a eso les agregas a Berterame y a Joao Rojas, estás para pensar en cosas serias, sobre todo en ataque.
Como que el traspaso de Rojas estaba tambaleándose por asuntos de dinero, pero podría ser que al final hubiese un arreglo. Para que se den una idea: Rayados pagó por Meza cinco veces más que lo que pretende pagar por Rojas y más o menos ahí andan en cuanto a futbol. Ninguno de los dos es un crack ni nada fuera de este planeta, pero sí trae algunas cosas interesantes el ecuatoriano que juega como 10 para el Emelec.
Este Joao no es Joao Robin Rojas, un jugador que ya estuvo acá en Cruz Azul y Morelia, que no pasó nada con él y que no dio el kilo como tantos que han llegado. Éste es Joao Joshimar Rojas tiene 24 años y Robin tiene 34.
Rayados todavía trae un problema atrás. Tiene que usar al colombiano de lateral derecho porque teniendo a Érick, debe ponerlo al lado izquierdo porque no confía en Gallardo. Y en la central se siente cómodo con Montes y Vegas. Ya se dio cuenta Vuce que ni Medina, ni Gallardo, ni Moreno, ni Krane, ni Pizarro le dan el tono que está pidiendo para ser inamovibles. Para los comentaristas de fútbol, (o para el Tata o para los directivos que los trajeron) algunos tan básicos y rupestres, ésta puede parecerles una banca millonaria, de miedo. No para Vuce, que sí sabe de fútbol.
Romo está recuperando el habla y González, cada vez mejor. Si se va, podría Rojas jugar ahí, volanteando por izquierda, pero aún está pendiente eso.
Por ahora, los fans albiazules tiene motivos para soñar… para, una vez más, volver a creer.