El argento-alemán Martín Demichelis es el nuevo entrenador del Monterrey, de pasado por las fueras básicas de Bayern Munich en Alemania a ser entrenador del siempre complicado River Plate con su entorno de múltiples socios y política que al final vio la oportunidad de regresar a su muñeco por lo que le dieron las gracias al señor Martín.
La segunda apuesta del “Tato”, una que hará calienta su silla ante la incapacidad de su primera, por lo que habrá que tener en la mira al nuevo técnico, pero sobre todo a los jugadores que parecen no entender dónde están parados.
De rica historia como jugador, a una muy corta como entrenador, pero aun así ya es una mejora que tenga 3 campeonatos en su palmarés mientras que Fernando Ortiz no podía pasar de semifinales.
Queda esperar solamente el actuar de Demichelis, observar como controla a un grupo de jugadores acostumbrados a ganar nada pero a tener todo, mientras su directiva se esmera en el marketing y las ventas siendo la cancha la asignatura pendiente para un gran comunicador como lo es José Antonio Noriega, pero que se juega su puesto con la limpia de jugadores que ya no daban nada y habrá que ver los refuerzos que traiga de hoy hacia el mundial de clubes 2025, donde pocos son invitados pero se abre la ventana para participaciones históricas o fracasos estrepitosos.
Se habla mucho del estilo del nuevo mandamás, de su pasado como jugador, de sus buenas costumbres y del porte fino que proyecta seguridad al estilo alemán, pero con el carácter argentino, pero más allá de deslumbrarse por la imagen, será en la cancha, en los entrenamientos y en la hora de mayor presión, cuando el balón ruede en el campo, donde realmente veremos si la decisión de hoy es la acertada o la sequía de títulos desde el 2019 continuará en detrimento de un proyecto que vive su mayor bonanza económica, no así de triunfos que queden en la memoria colectiva.
Comienza una nueva era, se perfilan algunos refuerzos, se vienen vientos de cambios por Guadalupe, que por ahora fue la banca, pero después puede ser la oficina, pasando por los jugadores que se marean por vivir en San Pedro.
Tiempo al tiempo, ni campanas al vuelo ni pesimismo habitual, solo paciencia para ver partido a partido lo que un proyecto más, casualmente argentino, puede elevar a este club hacia la gloria deportiva que su afición tan gastada desea presumir ante todo el mundo del fútbol azteca.
Nos leemos la siguiente semana… por ahora: Willkimmen Che Demichelis
¡Saludos desde el sillón!