Con el retiro de Serena Williams, un puñado de prospectos prometedores están listos para hacerse cargo del tenis femenil.
Más allá de la sorpresa que pudiera haber sido el anuncio que hizo la tenista estadounidense de dejar el tenis, está la interrogante de quién tomará su lugar, no sólo en la cima del tenis femenil, sino en el dominio que ejerció durante los últimos 20 años.
Y es que Serena ha sido la cara de la WTA durante la mayor parte de las últimas dos décadas, sin embargo, ya se estaba produciendo un camibio de guardia mucho antes de que anunciara su plan de alejarse del deporte.
En los últimos años, múltiples jugadoras nacidas a principios del siglo XXI han dejado su huella en el panorama del tenis.
Iga Swiatek ha ganado dos de los últimos tres títulos del Abierto de Francia, Emma Raducanu y Bianca Andreescu capturaron cada una su primer título de Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos.
Las sensaciones adolescentes Coco Gauff y Leylah Fernandez también están llamando a la puerta después de sus respectivas Finales de Grand Slam en los últimos 12 meses.
Es una nueva era en el tenis femenino, con Swiatek, la mejor clasificada, liderando la próxima generación de estrellas.
Están surgiendo nuevas campeonas de diferentes países, incluidos nueve ganadoras diferentes de títulos de singles en los torneos de de Grand Slam en los últimos 12 torneos grandes.
Este es el tipo de jugadoras que probablemente competirán entre sí por el resto de sus carreras, es como el comienzo de las rivalidades que pueden durar mucho tiempo.
Raducanu y Fernández se enfrentaron a nivel profesional por primera vez en la final del US Open 2021, la británica fue la ganadora, al igual que hace cuatro años cuando se enfrentaron en el torneo juvenil de Wimbledon.
Después de Nueva York, ambas jugadoras crecieron en el ranking mundial y actualmente se encuentran entre las 15 mejores del mundo y se agregaron al puñado de tenistas que estarán disputándose el éxito los próximos 10 o 15 años.
Swiatek se ha separado del grupo de talentos emergentes al tomar la cima del tenis femenil tras la sorpresiva jubilación de Ashleigh Barty; este año tiene una marca dominante de 49-6 tras una racha de 37 victorias consecutivas.
Sin embargo, más que poner lugares de por medio con las otras jugadoras, ha alimentado el deseo de superación de todas ellas, que están esperando su turno de brillar en algún torneo y tratar de tomar el lugar de la última GOAT del tenis, Serena Williams.
Mejorar sus logros, que incluyen 23 títulos de Grand Slam, cuatro oros olímpicos, cinco campeonatos del WTA Finals, entre otros, no es tarea fácil de superar.
Pero este puñado de figuras emergentes tienen el talento y el deseo de superarse ellas mismas y con ello mejorar lo hecho por la estadounidense.
Veremos