Dice una frase muy cierta que escribió el gran Nelson Mandela, en su exilio involuntario y donde estudió abogacía: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Quizá porque en primera instancia al obtener conocimientos didácticos, ofrece apertura mental y por tanto, las habilidades sociales se pulen y nos permiten integrarnos en sociedad, productivamente.
En mi mente hoy se vuelcan esos tiempos inolvidables, desde 2016, cuando cientos de vecinos, menores, edad madura, y por supuesto, los luchones abuelitos y abuelitas con quienes tuvimos el privilegio de hacer sus sueños realidad, al reintegrarlos a estudiar en el Instituto Tamaulipeco de Educación para los Adultos (ITEA), en Reynosa, Tamaulipas.
Sadet Ariel Lara González, coordinador de zona ITEA Reynosa, precisó que esta institución atiende a ciudadanos desde los 15 años, y menores sólo con carta del DIF, además que realizan labores permanentes para regularizar los estudios a migrantes, gracias a la firma de colaboración que recientemente firmaron con el gobierno de Tamaulipas, lo que facilita certificar oficialmente.
“Tenemos rezagos en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Altamira, Tampico. En Reynosa, tenemos la meta en el 2024 de abatir al menos el tres por ciento de 120 mil ciudadanos que por diversos motivos, económicos, tiempo, condición vulnerable, no dieron prioridad a sus estudios; lo único que les pedimos es que valoren y no desistan de su propósito con nosotros”, indicó.
El funcionario educativo aseguró, que regularizan estudios de mexicanos que vienen de paso por la frontera de Reynosa y requieren documentos oficiales de estudios a fin de mejorar las oportunidades de empleo en Estados Unidos: “a la fecha llevamos 34 certificados a migrantes que están aquí en las Casas Migrantes: de San Luis Potosí, Tabasco, Chapas, Veracruz, Guanajuato.
“Sí este documento (certificado) les va a cambiar la vida en algo, en lo personal y en su familia, estudiando les va a ir mucho mejor; que continúen con preparatoria. Hay muchas oportunidades, hay preparatorias abiertas, particulares, es cuestión de buscar la mejor opción, (pero) aquí con nosotros no les cuesta (dinero) todos los servicios que ofrecemos son gratuitos”, enfatizó.
Para aminorar el rezago educativo que el COVID-19 dejó en el Estado de Tamaulipas, el funcionario del ITEA, con dos años en el cargo, afirmó que se trabajó con el programa “Jóvenes 10-14” (aún vigente), y que siguen reintegrando, pero de 15 a 22 años población que dijo, resultó más afectada y sin especificar porcentajes, aseguró que en el caso de menores, el requisito principal es una carta expedida por el DIF donde defina su vulnerabilidad.
Y es que estas evocaciones que, a casi ocho años de existencia, las recordamos luego que, como calca imborrable en nuestro trabajo comunitario, en Matamoros y Reynosa, nos demuestran una vez más que el ser humilde y de supuesta condición de vulnerabilidad no es impedimento para aspirar al mejoramiento humano social y económico, gracias a los estudios, por el contrario, siempre ocuparán un lindo espacio en el corazón de personajes, muchas veces anónimos, por el gusto de la labor social, incluso de empresas privadas como IDECASA, constructora del señor Tomás Ibáñez, quien con visión humanitaria a través de la organización “Soy Vecino” (SV), las líneas transcritas, no habrían sido posibles y que nos permitió el enfoque de promotoría social, actividades que, por cierto, SV no detuvo del todo, ni por la misma pandemia mundial de COVID-19 detectada en Reynosa a mediados del mes de febrero, aunque después disminuimos programas Clubes de abuelitos, talleres de manualidades, futbol 7 y las propias inscripciones ITEA.
Recuerdo que nuestro enfoque se multiplicó al armar despensas y entregar por casas a cientos de familias afectadas (o sea, trabajamos muchísimo más).
Suman historias maravillosas de vida, y son el resultado de hacer sinergias porque facilitan la evolución humana con la educación como el ITEA, desde el 2000, la Secretaría de Educación Púbica, dependencias estatales y municipales (en México, es obligatorio 15 años de escolarización, entre preescolar, primaria, secundaria y preparatoria, según INEE), desde 1981, cuando se publicó en el DOF, el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA).
Diana Escamilla Rodríguez, de actitud proactiva a las labores sociales, fue quien, dado su condición de asesora educativa del ITEA, un día me externó la petición de formar un circulo de estudios en el Centro Comunitario SV, y hoy, ella y el ITEA, son piezas fundamentales para proseguir encaminando a los vecinos a una nueva Plaza Comunitaria, ahora en la escuela “Rodolfo Torre Cantú”, en Los Almendros.
Juntas, cuando coordiné SV, emprendimos la aventura sin igual de apoyar a las personas con mentalidad triunfadora, de personas comprometidas, atemporales, para concluir estudios básicos: alfabetización para leer y escribir, primaria y secundaria de modo autodidacta. Hoy, de la mano de abuelitas beneficiadas, hacemos tan bello recuento.
Adelfa Hernández Andrade y Guadalupe Mendiola, ambas vecinas del Fraccionamiento Los Almendros, son abuelitas ex ITEA desde 2018 y 2022; luego de compartir a talleres de multimanualidades SV, también decidieron concluir sus estudios elementales con el propósito de cumplir sus sueños y lograr la meta profesional.
“Yo quería concluir mi primaria, porque cuando me vine de Veracruz, donde nací, no logré obtener mi certificado, la terminé a pesar de tanto frío que pasé, con 12 libros de los que hice exámenes en la escuela del centro (oficina ITEA), y desde que comencé hasta que la terminé, nunca falté; también enmarcaré mi certificado de puro gusto”, dijo Hernández Andrade de 68 años de edad.
En el caso de Lupita Mendiola, nuestra maestra de cabecera SV de tejido y manualidades, cursar y concluir en poco tiempo la primaria y secundaria, resultó un reto personal dado su vocación de educadora preescolar que hoy en día ejerce, porque prosiguió con la instrucción media superior y espera algún día estudiar la carrera universitaria, a pesar de ser abuelita.
“El ITEA sí me ayudó bastante, mi sueño siempre era dar clases y cuando la maestra Diana sabía (sic) de mi situación, y cuando se dio cuenta de eso, siempre me apoyó bastante. Pude terminarlas, la primaria y secundaria; hice mi prepa. Y mis libros los hacía en casa, presentaba los exámenes y así terminé. Yo ya había trabajado en eso (de maestra), pero necesitaba los certificados y con exámenes globales terminé”, recordó Mendiola.
Lara González, coordinador del ITEA, especificó que de manera permanente pueden inscribirse en las Plazas Comunitarias que se localizan en las escuelas “El Chamizal”, de Granjas Económicas del Norte; “Nuevo Amanecer”, en la colonia del mismo nombre; “Benito Juárez”, Centro; “Club de Leones # 4”, en la Unidad Obrera; en La Joya está la “Esc. Sec. 10”; CEDIF del Campestre y en breve la “Rodolfo Torre Cantú”.
Precisó que en zonas habitacionales tan pobladas como los Almendros, en los períodos de esta crónica, se certificaron con estudios en esquemas diversos, aproximadamente 140 personas de manera anual, lo que atrajo considerables beneficios para la familia, ya que la constancia de fin de estudios está autentificada por la SEP.
“Estamos muy contentos porque firmaremos un convenio de colaboración educativa con la escuela de Los Almendros, en donde nos beneficiaremos mutuamente; seguiremos con préstamos de materiales como equipo de cómputo e internet para que los alumnos los utilicen, a cambio de que nos faciliten las instalaciones y ahí hay mucha gente que quiere estudiar”, dijo Lara González.
Con más de 24 años en la promoción educativa, Lara González explicó los servicios que el ITEA incluyen, como trámites de documentos oficiales; materiales didácticos expedidos por la SEP; atención a migrantes (no extranjeros); exámenes de saberes; pruebas de diagnósticos y programa MONAE, equivalente al servicio social, por lo que no ha sido necesario vincularse con las maquiladoras.
“En el servicio educativo he tenido muchas satisfacciones, prestando mi servicio en la Secretaría de Educación y en esta ocasión, por parte del ITEA, pues la satisfacción es ver que estas personas concluyan sus estudios, encontrarlos, saludarlos y verlos que les ha cambiado la vida; es un documento oficial (certificado ITEA), en todo México, les va a abrir muchas puertas”.
Las oficinas generales del ITEA se localizan el Centro de Reynosa, en calle Pedro J. Méndez #360 altos, y atienden de lunes a viernes, de 8:00 a.m., a 15:00 p.m. Para más información, marquen 899 922 2173.