No hay ninguna novedad en la aprobación de la, tan cacareada, reforma electoral para nuestro Estado; ya los panistas, desde días pasados, tenían planeado la “estrategia” de abandonar el Congreso local para no participar en la aprobación de la reforma.
No se necesita ser adivino para asegurar que la fracción parlamentaria panista, que encabeza Francisco Javier García Cabeza de Vaca, iba a dejar el recinto legislativo tamaulipeco, dado que no representa oposición alguna y me refiero de manera literal.
El primer debate legislativo tiene como antecedente en 1997, cuando el PRI perdió la mayoría absoluta y sólo conquistó la mayoría relativa, esto significó que ya no dependía de sus decisiones para las reformas, sino que tuvo que negociar con el PRD y el PAN.
Para que puedan existir negociaciones parlamentarias en un Congreso, forzosamente se necesita que ningún partido político tenga una mayoría absoluta, porque de lo contrario no habrá ningún diálogo con la oposición; tal y como sucedió en el Congreso Local de Tamaulipas.
No tienen de qué sorprenderse los panistas, de que el PRI haya aprovechado su calidad de mayoría en el Congreso; ¿Qué hubiera pasado si el PAN, tuviera la mayoría en el Congreso? ¿Hubiera dicho lo mismo García Cabeza de Vaca? ¿Sería un traje hecho a la medida?
Así como es tan obvio lo que hizo el PAN, de abandonar el Palacio Legislativo, también sería lógico que si Francisco Javier García Cabeza de Vaca tuviera la mayoría del Congreso hubiera aprovechado y disfrutado todos los minutos de la sesión parlamentaria.
Hay que recordar que cuando el actual diputado fue alcalde de nuestro municipio y a él le toco tener mayoría de regidores panistas en el Cabildo, hizo de las suyas al no tomar en cuenta a los regidores priistas e incluso hubo algunos regidores de oposición que les quitó la compensación del salario.
Ahora resulta que el diputado García Cabeza de Vaca utiliza la frase de nuestra región: “A mí me gusta hacer, no me gusta que me hagan”
Los panistas deben de poner más atención a las elecciones a diputados locales y poner candidatos con buen perfil, para poder tener mayor representatividad en el Congreso de Tamaulipas; no todo son las alcaldías.
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