La verdad he tratado de mantenerme alejada de las últimas polémicas y temas actuales porque sin importar lo que digas, uno sale raspado, ¡peeero!, aunque nadie me lo haya pedido si voy a dar mi humilde opinión sobre esto, porque quiero y porque puedo.
Anda mucho en circulación una publicidad, si es eso, publicidad, realizada por una librería que dice: “leer evitará que digas ‘Soy Team Infierno’”; yo puedo decir que, en efecto, ha evitado que lo diga, pero lo que no ha evitado es que lo sea.
Entre mis múltiples ocupaciones como periodista, docente de Comunicación y mamá de tres hijos, me he dado el espacio para ver el programa, no desde el principio, pero si desde hace tiempo, ¿por qué? porque me entretiene y punto.
¿Y leo?, ¡claro que sí! Actualmente me encuentro leyendo una novela de terror de más de 1500 páginas, todos los días debo leer manuales de periodismo, pdfs, artículos de internet y demás bibliografía para dar mis clases universitarias; y cada que escribo un artículo, nota o edito boletines para el periódico para el que trabajo debo chutarme vaaarios textos, que van desde diferentes tipos de géneros periodísticos, temas de salud, de educación, de farándula, política, y por supuesto de entretenimiento y hasta los que ahora llaman “virales”.
Mis alumnos y ex alumnos no me dejarán mentir, cuando estaba en su momento de éxito la serie de “El Señor de los Cielos” algunos me preguntaron si lo veía y les dije que si, que había visto todas las temporadas que hasta ese momento se habían realizado y muchos se sorprendieron; pero mi recomendación fue, y la pongo textual: “si quieren ver mugrero ¡véanlo!, pero véanlo con ojos críticos, en este caso, sabiendo que mucho de lo que ahí se ve es ficción y que todos sabemos que la realidad no es como nos la muestran”.
Y continué diciéndoles: “Véanlo como adultos con un criterio formado, y con la responsabilidad que tienen como comunicólogos de saber y conocer sobre los acontecimientos actuales y temas del momento en todos los ámbitos; y también ¿por qué no?, como críticos de elementos y aspectos técnicos tales como la iluminación, efectos especiales, vestuario, sonido, música, tomas, movimientos de cámara, etcétera”.
No podemos negar que “La Casa de los Famosos” es un fenómeno social de la actualidad que regresó a la televisión, medio de comunicación tradicional a la jugada en tiempos en los que dominan las redes sociales, sin que estas hayan perdido aceptación, popularidad y uso.
No podemos y es irresponsable estar ausentes de nuestra realidad, porque lo consideramos “naco”, “inculto”, “basura” o “mugrero”, porque hasta de todo eso se hacen análisis, estudios y trabajos de investigación cuyos resultados obtenidos ayudan a entender mejor la sociedad en la que vivimos.
No sólo los comunicólogos debemos saber y ver con ojos críticos, es responsabilidad de todos, pues el ignorar o no saber sobre un tema, no te hace tampoco, mas culto, y si impide que puedas opinar, con argumentos y conocimiento de causa sobre él.
Tampoco es una invitación para que lo vean si no quieren, esto sólo es… “mi humilde opinión”.
Así que, cuando me siento a ver “La Casa de los Famosos” dejo de lado mi licenciatura en Ciencias de la Comunicación y mi Maestría en Educación, para las cuales déjenme decirles que ¡tuve que leer muchísimo! y simplemente me divierto con las sonseras y tonterías que hacen y dicen; por supuesto sin pagar para ello porque pues ¡benditas redes sociales! y entendiendo que, si hasta en las elecciones políticas y juegos de futbol “diiicen” que hay arreglos, ¡qué no los haya en este programa!
Y antes de que se me azoten… no, mis hijos no ven La Casa de los Famosos, a esa hora ya están dormidos, y no, tampoco anduvieron escuchado durante el día a Peso Pluma, influencers, ni viendo contenidos que no son para niños, porque sorry, soy una madre bien latosa… ¡y ni modérrimo!