En Morelia autoridades del gobierno michoacano recibieron llamadas alertando sobre el atentado pero no se tomaron con la debida seriedad.
Quienes están allá vaticinan que caerán varias cabezas de funcionarios estatales y afirman que las imágenes que hemos visto en televisión se quedaron cortas con la magnitud de los hechos.
La explosión de las granadas dejó víctimas tamaulipecas, motivo por el cual Antonio Martínez Torres, secretario general de Gobierno anuncia que se adoptarán medidas de seguridad más estrictas para evitar situaciones similares en eventos multitudinarios en territorio tamaulipeco.
Lo sucedido este 15 de septiembre en Morelia, sin duda, les cambió todo el panorama a las áreas de seguridad del Gobierno del Estado.
Recordemos que dentro de las 22 acciones que planeaba el gobierno de Eugenio Hernández que significaban la erogación de 108 millones de pesos, estaba algo relacionado con el combate a las adicciones que manejaría el DIF Estatal, y la creación de un grupo antisecuestros, por parte de la Procuraduría que se supone estará listo en noviembre.
Ese plan obedecía a lo ocurrido al joven Alejandro Martí en la ciudad de México. Pues bien, ahora las cosas cambiaron.
Se anuncia que este jueves en Tampico, en la reunión de seguridad, se acordarán otras estrategias.
Como vemos, todo es cuestión de momentos, antes eran medidas antisecuestro, ahora van contra los narcoterroristas, como les llama Antonio Garza, embajador de Estados Unidos en México.
Nos preguntamos, de dónde sacó ese dato el funcionario estadounidense, ¿alguien se lo filtró? O sólo están aprovechando la confusión de las autoridades mexicanas para continuar su justificación con el plan contra la delincuencia organizada que sólo está provocando muertes de civiles.
Una vez más vemos a las autoridades sin dirección, desorganizadas y respondiendo a hechos irreversibles.
No hay plan de seguridad, no hay respuesta atinada, no hay nada más que acciones reactivas a los eventos que desafortunadamente sólo están dejando un reguero de muertos y heridos inocentes.
Porque mientras el Gobierno del Estado está anunciando las acciones para responder a lo de Morelia, no ha habido una sola declaración oficial de algún funcionario estatal que diga algo sobre la muerte de Juana Patricia, la jovencita matamorense asesinada por policías federales.
Nadie del gobierno estatal ha salido a repudiar los hechos. Con esas autoridades los tamaulipecos sí que estamos en manos de delincuentes con placa.
Y bueno, veremos qué acuerdos toman las autoridades en Tampico, Martínez Torres habla de que Tamaulipas debe estar preparado con la conformación de grupos táctico-operativos y de inteligencia.
¿No se supone que esa área existe y que precisamente está bajo sus órdenes? No entendemos, entonces qué hace la Secretaría General de Gobierno.
La sacudida dentro del aparato gubernamental ya se tardó, no se dio cuando debió ocurrir.
Hoy tal vez sea demasiado tarde porque al gabinete estatal le ha faltado mayor entrega para actuar con responsabilidad, muchos de los secretarios se la han pasado nadando de muertito, sólo con el afán de mantenerse en su chamba.
Los resultados ahí están, no es difícil darse cuenta que en Tamaulipas la modorra gubernamental ya se pasó de tueste.
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