A nadie le pasan desapercibidas las tribulaciones que atraviesa el actual gobierno. La lucha contra el hampa organizada es, no un talón de Aquiles, sino una demoledora presencia del apocalipsis político del partido en el poder
Este partido no ha podido salir de todo el margallate en que nos ha metido esta guerra. Resalta sin embargo la presencia de una figura serena, meditativa, propositiva en el Gobierno Federal. Me refiero al doctor José Ángel Córdova Villalobos, quien de una manera callada sin enfrentamientos, ha sumado esfuerzos e intereses para beneficio de la sociedad menos privilegiada, con campañas de vacunación, programas contra el cáncer de mama y cervicouterino, etc.
Lo relevante del Secretario ha sido el conciliar los intereses económicos, de los grandes prestadores de servicios de salud que se dicen perdidos.
Me refiero al IMSS, al Issste y Seguro Popular, excepto el Issste, mas no muy a la saga, porque todos esos departamentos están quebrados y en el borde del abismo.
La clase media que solicitaba servicios médicos particulares cuando el dinero fluía, al escasear éste, acuden a los servicios gratuitos. Por ello y por las sustracciones desmedidas, no alcanza el presupuesto. El doctor Córdova ha conciliado intereses, sin atropellos, para lograr recabar de la hacienda pública, los montos económicos necesarios, para que estas instituciones de salud, continúen operando y no dejen de prestar sus valiosos servicios a toda la nación mexicana.
Si los directivos de esas instituciones fuesen menos voraces, los presupuestos aprobados serían suficientes para cubrir las necesidades de atención y tratamiento de las enfermedades; pero… el “pero” de siempre.
Resulta que tienen mucha cola que les pisen y por ende las instituciones mencionadas sufren en sus economías, si se le suma la multiplicación de los solicitantes, bueno pues nada alcanza.
El mas golpeado es el Seguro Popular, tan proyectado en nuestro Estado por el Gobernador Eugenio Hernández Flores, y por el finado candidato doctor Rodolfo Torre Cantú, quien dejó como monumento el Hospital General de Cd. Victoria, el Hospital Materno Infantil de Reynosa y el de Tampico y Matamoros.
Su esfuerzo no fue en vano. Por si la ciudadanía lo desconoce, por la gestión de Torre Cantú se realizaron estas obras que habrán de continuar sirviendo a las comunidades más necesitadas, hoy a cargo de otro doctor, Juan Manzur Arzola.
Cuando se quiere, se puede; así como el secretario Córdova Villalobos o Torre Cantú, hay muchos más mexicanos dispuestos a trabajar duro, a luchar para ganar su sustento y su derecho a la salud y a obtener salarios razonables, para hacer progresar la nación.
Porque no negarán que nadie en su sano juicio deja sus raíces por la aventura, si tiene trabajo en su terruño, por qué habría de arriesgarse como migrante, en donde la muerte o el encarcelamiento son frecuentemente el final de su episodio.
Si tu casa está bien atendida, para que migrar, ahí es donde los gobiernos nacionales, han exagerado la nota. Ya saben que no se produce el trabajo necesario, porque producir en México es un delito.
Entendemos que el sistema capitalista debe tener ricos, para que estos generen empleos. Lo que no se vale, es que lo que es propiedad de la nación, lo entreguen a unos cuantos favoritos, sin el consentimiento nacional.
Somos muchos, los malos y los del gobierno, unos cuantos los que sangran nuestra economía.
Si el gobierno actúa bien o mal es cosa de ellos, pero luchemos porque ese tipo de pasajes sea permanente.
El gobierno “está al servicio del pueblo, no el pueblo a su servicio”.
En las urnas a la hora de votar pacíficamente, hagamos nuestra protesta, votando en contra de esos sujetos, que han lastimado a miles de familias mexicanas.
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