Hace unos días alguien por ahí hablando sobre el problema de México y por ende, los que habitamos esta nación, me dijo tajantemente lo que le ocurre a México.?Eso es culpa de los ingleses, quienes en vez de desembarcar en lo que hoy es Nueva Inglaterra (Portsmouth) lo debieron haber hecho en Tampico, o en Veracruz.?Si eso hubiera sido todo estaría resuelto. Esto sin duda es una aseveración muy ligera demasiado superficial, pues todo eso es historia y no podemos regresar hasta ahora las manecillas del reloj.
Resulta sin embargo patética la comparación porque la diferencia en tiempo, entre la llegada de los Ingleses a los Estados Unidos es de unos cuantos años, 34 años, separan las declaraciones de independencia, de ambos países, Estados Unidos en el 4 de julio de 1975 y México el 16 de septiembre de 1810.
Casi empezamos juntos. Ellos (EU) crecieron y nosotros perdimos la mitad de nuestro territorio; ellos son prósperos, nosotros no; ellos son conquistadores, nosotros conquistados.
Ellos también son productores, nosotros compradores pues no producimos, ni lo que nos comemos; mientras ellos conquistan los espacios siderales, nosotros nos quedamos con los voladores de Papantla.
Con todo respeto a ellos) me refiero a los voladores de Papantla, la tierra de la vainilla.
Ante estas abismales diferencias uno se pregunta, ¿qué nos pasó? Ellos desarrollados, nosotros enquistados colgados de ídolos y fetiches, de una historia falsa y zalamera, sin identidad.
¿Por qué no se menciona que Cuauhtémoc era un sanguinario? Sacrificaba niños y guerreros, como ofrendas a sus dioses. ¿Por qué la historia no menciona que el dictador Porfirio Díaz, quien gobernó 33 y medio años, salió pobre de la Presidencia.
Pero nuestros gobernantes actuales roban lo suficiente como para sostener, 20 generaciones de sus descendientes.
¿Por qué no se menciona? que el referido Díaz, fue el héroe de la Batalla del 2 de abril y la del 5 de mayo, derrotando a los franceses en dos ocasiones. ¿Por qué no se menciona que después de renunciar el viejo dictador, –pues nadie lo echó–, ¡el firmó su renuncia!?
Se inició lo que se conoce como Revolución Mexicana ésta sólo fue una guerra intestina con el único propósito de apoderarse del poder abandonado, no para echar al viejo general, como quieren hacernos ver; pues este último ya había partido a Francia en su exilio voluntario.
Simplemente choca el decir con el hacer. Nosotros éramos transportadores de las drogas hoy también las consumimos, el mayor consumidor del mundo en eso de las drogas, es Norteamérica. Ahí no pasa nada acá nosotros, nos matamos diariamente, es paradójico.
¿Cómo entonces no hacer una analogía sobre ambos países? La diferencia es tal vez, de algunos años luz; mientras tanto continuamos una farsa de un gobierno que inició una guerra que no pedimos, que ni nos avisaron, pero que si sufrimos. ¿Compararnos? tal vez entre nosotros sí con los demás, resulta inútil.
Hace unos días mencionó un conferencista que la clase media había engrosado sus filas y que un número importante de conciudadanos había tenido acceso a la clase media.
Para que se den color un obrero mexicano gana 54 pesos diarios, un diputado sin dietas ni prestaciones gana 12,000 en el mismo tiempo.
Luego preguntan ¿por qué el problema que atravesamos?
Vean las diferencias: si bien le va al obrero, el seguro popular, escuelas gratuitas, los otros; médicos de contrato, escuelas privadas de primer mundo, que tal si aterrizamos y nos ponemos actuar con la verdad de nuestro lado, en vez de andar por las ramas.
Simplifiquemos o desaparecemos los trámites para los productores, que el gobierno asuma sus responsabilidad en la seguridad nacional y que los impuestos a los productores, a los verdaderos productores, no a los gigantes del monopolio, les dejen exentos de impuestos, entonces ¡sí habrá México productivo con paz y tranquilidad!
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