En México basta tirar una piedra al aire para pegarle en la cabeza a un político que se ha rasgado las vestiduras para criticar las evidentes acciones xenófobas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Nadie duda que lo menos que podemos esperar de quienes se supone nos representan, es una severa condena a las acciones que “el hombre naranja” intenta implementar contra las personas de origen latino que viven en su país, especialmente contra México.
Sus bravuconadas no sólo son ofensivas para los mexicanos y sus gobiernos, son una muestra de la verdadera cara de un importante sector norteamericano quienes, hasta hace apenas unos meses, eran muy cuidadosos en no mostrar al pequeño Hitler que tienen adentro.
Y aunque se agradece la súbita “fiebre patria” que han mostrado estos políticos, incluyendo algunos integrantes del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto; también hay que pedirles por favor que “le bajen dos rayitas” y “no le peguen al vivo”.
La prueba más reciente de estos excesos en su falso fervor tricolor son las reacciones que se han generado al anuncio de Trump de que enviará tropas para vigilar la frontera de México con Estados Unidos en lo que se termina de construir un muro que, por cierto, ya tiene años de haberse construido, si no pregúntele a los residentes de Granjeno, Texas, en la frontera con Reynosa.
Aquí los políticos mexicanos andan pecando de novedosos, enojándose por un anuncio que, basta comprobarlo con una rápida consulta en internet, es una realidad desde hace 8 años.
Van los ejemplos:
27 de agosto de 2010. Hora Cero publicó en su portal de internet una nota que detalla el arribo del primer contingente de 524 integrantes de la Guardia Nacional quienes apoyarán en labores de vigilancia de la frontera entre México y Arizona.
Valentín Castillo, vocero de la Guardia Nacional, dijo este grupo era la primer avanzada de los mil 200 soldados que llegarían a la frontera con México por órdenes del entonces presidente norteamericano, Barack Obama.
Según Castillo, 524 estarían en Arizona, 250 en Texas, 224 en California y 72 en Nuevo México y sus responsabilidades serían vigilar algunas áreas en los puntos de entrada a la unión americana y apoyar la labor de la Patrulla Fronteriza.
Va otra nota:
21 de julio de 2014. Univisión Noticias reporta en su portal de internet que el entonces gobernador de Texas, Rick Perry (hoy integrante del gabinete de Trump), anunció la llegada de mil integrantes de la Guardia Nacional a la frontera con México.
Según el entonces mandatario, la presencia de estas tropas costaría 12 millones de dólares al mes, mismos que serían pagados por el gobierno del estado de la estrella solitaria.
Y una más:
15 de diciembre de 2015. Telemundo dio a conocer en su portal de internet que el gobernador de Texas, Greg Abbot, también anunció la llegada de soldados a la línea fronteriza pues es urgente tratar el “grave problema” de los más de 10 mil niños que llegan al vecino país de manera ilegal.
Como se puede ver, la presencia de tropas en la frontera con México es una realidad que viven los residentes de esta área desde hace casi una década, sin embargo los políticos mexicanos, que no se enteran de nada a menos de que haya negocio de por medio; quieren sacar su rajadita política envolviéndose en el Lábaro Patrio y tirándose del primer escalón de sus mansiones.
Afortunadamente para ellos, muchos mexicanos no tienen memoria y les compran esta “férrea” defensa de los intereses de la Nación.
Qué tristeza…
diasdecombate@hotmail.com