Para muchos millones de personas el año nuevo significa un año más de vida, para muchos como yo es simple y llanamente un año menos, la realidad aplasta la ilusión y el permanecer, es una dura cuestión de vida o muerte.
En mi ya larga existencia, me ha tocado ver varios “México” unos despilfarradores, otros boyantes, los más llenos de pobreza y desaciertos, como el que hoy vivimos.
Y es que muchos tenemos ganas de continuar, pero continuar por el camino del bien, por el camino del progreso productivo y honesto, en este universo casi irreal Kafkiano, pero que existe con todos sus defectos y virtudes.
Es un mundo donde no exista un “toma todo” tan usual entre nuestros codiciosos políticos y dejen algo para la clase media, como para la pobre llena de necesidades y de holgazanería.
Hemos tenido de todo, como menciono, devaluaciones, asesinatos, magnicidios, secuestros, robos, etcétera.
Llega al colmo de que habiendo tanta policía no hay quien dirija el tránsito vehicular, más aún hay políticos con amplios antecedentes penales probados y se perfilan como dirigentes de gobiernos, carajo ¡en qué pensamos!
Lo grave de la situación no son sus consonantes ni vocales, a las que se han hecho merecedores nuestros gobernícolas; grave es el importamadrismo de la sociedad en general, donde todos los estratos están contaminados, nadie escapa y el gobierno no hace nada viendo pasar la rola.
Quien no tiene imaginación no tiene derecho a enriquecerse, el que genera y construye lo puede hacer pues no tiene necesidad de tomar dinero del pueblo para agenciarse de ganancias, pero el anacoreta ni debe estar pues no sabe robar y no salpica -no produce, sólo roba- esos al cesto de la basura por negligencia!
Bueno pasando a cosas menos escabrosas viene el término del año, con el las renovadas ilusiones, pero con la misma intención de continuar con los mismos males y desaciertos.
Yo les deseo que tengan un inicio de año productivo, venturoso y lleno de paciencia y felicidad. ¡Para este 2016!
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