P ara Américo, el punto no debe ser ganar, sino gobernar. Si Américo Villarreal Anaya (AVA) quiere derribar al cabezato, el primer paso es derrotar a César El Truko Verástegui en las urnas el próximo 5 de junio, pero si cree que con esto rompe el eje del cartel del actual gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, está muy lejos de la realidad.
Ganar las elecciones, algo que ya se percibe por doquier, es solo el principio, el primer paso de un largo y complejo proceso que implica enfrentar y desterrar los hilos de poder que deja el actual ejecutivo en todas las estructuras, desde ministerios públicos, directores de áreas financieras y administrativas gubernamentales, pasando por jueces, magistrados, juzgadores en materia electoral y por todo el andamiaje corrupto enquistado en los tres poderes estatales.
Además de los tentáculos nocivos en el ejecutivo, legislativo y judicial, el cabezato está en algunos ayuntamientos donde se gobierna igual que en el estado, entre corrupción e ineficiencia.
Peor aún, o como ingrediente complementario esta fauna es acompañada por buitres disfrazados de empresarios que a esta hora ya saltan como ratas de barco para sumarse a la causa guinda.
Desde hoy, AVA debe tener claro si solo quiere ganar la elección o quiere conquistar el poder. Si se inclina por lo segundo, les espera un azaroso trabajo por la caligulezca administración cabecista, ante la cual, si quiere hacerle justicia al pueblo tamaulipeco tendrá que hacerle caso a Sherlock Holmes, quien le hizo ver a Watson lo elemental que es la frase: “follow the money” (sigue el dinero), para dar con los culpables de los delitos.
Cuando sea gobernador, el hoy senador con licencia tendrá que sacudir el árbol. Pero no se trata de abrir simples carpetas para tratar de encarcelar delincuentes; lo fundamental será recoger la mayor cantidad de las escandalosas montañas de dinero saqueado y regresarlo a las arcas públicas.
TRIUNVIRATO ESCATÓLOGICO
No es necesario recordarle al doctor Villarreal Anaya que el actual gobierno de los vientos del cambio que vendió el rompimiento de la hegemonía priista de 80 años en el poder tamaulipeco resultó un clásico gatopardismo donde todo cambió, y nada cambió. La transición nunca se dio.
Más trágico aún para un pueblo azotado por sus gobernantes, el cabezato encarna lo peor de los gobiernos en los últimos 25 años. Tamaulipas ha tenido en el actual sexenio a tres gobernadores en uno: Ismael, José Manuel y Francisco García Cabeza de Vaca, quienes se enriquecen sin medida.
Por eso, ganar la elección será apenas el punto de partida para que el morenista Américo Villarreal Anaya se encamine a tomar el poder, ejerciéndolo no por venganza, sino por justicia, contra quienes robaron, mataron, desterraron y apresaron a quienes pensaban diferente al clan Cabeza de Vaca.
El cabezato está y estará expandido como la humedad, por todos los rincones del estado, y desenraizarlo será, como decía Winston Churchill, algo que costará “lágrimas, sudor y sangre”.
El cardiólogo deberá estar muy atento. Hoy, que los propios cabecistas y seguidores del Truko se dan por perdidos, los tentáculos del poder económico cómplice de la actual administración en el saqueo de los dineros públicos, ya se forman en el besamanos, pensando que negocios son negocios y que hay que estar con el ganador.
Cuidado, Américo
La real toma de poder pasa por investigar a fondo a toda la administración, desde la Secretaría de Finanzas y Tesorería hasta la Fiscalía, pues será necesario investigar y actuar.
El poder se conquista con pericia, malicia y astucia, pero sobre todo con bastante calcio. Américo estará ante el cuestionado clan cabecista, un cartel temido y temerario, por lo que, junto con esto, tendrá que estar pensando desde ahora la creación de una Comisión de la Verdad con auditores, investigadores, sabuesos de nivel que tengan la capacidad de desnudar la mafia del poder político y sus redes con los empresarios en el escandaloso saqueo y represión que campearon en estos seis años.
Américo Villarreal podría llamar a Santiago Nieto, para que encabece un equipo investigador que escudriñe todas las rutas de la corrupción cabecista en Tamaulipas, para, con santo y seña, identificar con inteligencia la estructura de corrupción en toda la administración panista, con nombres, cifras y apellidos.
Villarreal deberá armar un equipo honesto que en realidad inicie la transformación en Tamaulipas donde la danza del dinero mal habido ha sido la constante. Encerrar a un exalcade, a un exdirector de área, a algún subsecretario corrupto sería burlarse de un pueblo que no aguanta más infamias.
Elemental será investigar a la Secretaría de Finanzas, los proveedores, las erogaciones, los moches, el Registro Público de la Propiedad, los despojos de tierras y de propiedades… follow the money, actuar y ejercer el poder, para devolverle al pueblo lo robado, para regresarle la esperanza.
Y HAY MÁS
Aparte de las broncas que le heredarán al próximo gobernador, que todo indica será Américo Villarreal Anaya, de acuerdo al “Poll of Poll” de encuestas, que dicho sea de paso coincide con la de HORA CERO, también dejarán sembradas como minas una hilera de demandas laborales provenientes de la gente de confianza de Francisco García Cabeza de Vaca.
Y para que no puedan desactivarlas trasciende que entre los meses de junio y julio próximos demandarán al Gobierno del Estado en el tribunal especial que para ese efecto se encuentra en Cd. Victoria, en donde fijarán fechas de audiencia conciliatoria entre agosto y septiembre, citas a las que no acudirán los representantes del gobierno estatal y con lo cual se les tendrá por contestado en sentido afirmativo. O sea, aceptando las prestaciones reclamadas por los despedidos.
Lo que sigue será mero trámite para dictar laudos favorables a los demandantes y por sumas de dinero escalofriantes.
Pero lo anterior no lo reveló el Oráculo sino los antecedentes.
Resulta que cuando García Cabeza de Vaca fue alcalde de Reynosa, ya para concluir su administración quienes fueron sus consentidos en la Comapa les aumentaron de última hora el sueldo y se engulleron suculentas tajadas de dinero por medio de demandas laborales, ante las cuales ni las manitas metieron pues se trataba de dañar.
Las versiones que se escurren por entre las gruesas paredes del Palacio de Gobierno y de las endebles torres administrativas, es que ya están preparando el truco pero solamente para los privilegiados. Qué bárbaros, no tienen llenadera.
DESCABEZADO CABEZA DE VACA
El gobernador de Tamaulipas se había mantenido al margen del proceso electoral, pero una respuesta de Américo Villarreal a pregunta de un comunicador de Matamoros, en el sentido de que no habría impunidad para el gobernador, bastó para que convocara a una conferencia de prensa, y conforme exponía sus verdades se iba exhaltando de una forma que terminó explotando con un “para todos tengo”, lo que constituyó una expresa amenaza a todo el que se le atravesara.
Y como tanto a Villarreal Anaya como a otros que forman parte de la coalición Morena-PT- Verde los mencionó por nombre y apellido, incluso amenazándolos con el uso de la Fiscalía General de Tamaulipas, que para “empapelar” es muy bueno su titular, ya preparan denuncias de estos hechos.
Ahora el Descabezado de Tamaulipas, que tiene tras de sí una carrera política “exenta” de abusos y de sospechas de corrupción, va a tener que ser muy elocuente para convencer tanto al INE como al Ietam se va a marginar del proceso electoral, pero sobre todo al que despacha y con derecha pesada en el Palacio de Bucareli, al que seguro no le habrá gustado nadita la explosión de Cabeza de Vaca.
Y es que a don Adán Augusto Hernández lo trajeron de Tabasco, para mantener la seguridad interior y la paz política, que implica someter revoltosos por muy gobernadores que sean. De tal suerte que sin consultar con el Oráculo se puede pronosticar, que si no amaina la tormenta que el gobernador tamaulipeco provocó, es probable que a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación les entre la apuración por resolver el asunto del “Descabezado”.
Una resolución que si le resulta adversa lo dispararía de la Casa Tamaulipas rumbo a Texas, de donde no saldrá mientras le tramitan un amparo aunque con todo y suspensión lo dejaría fuera del quehacer político, y por tanto, abandonando a su suerte el Truko Verástegui, a quien ahora lo persigue en los momentos más inadecuados la sombra del “Descabezado”.
70% QUIERE QUE SE VAYAN
Sucede que para la firma mercadoténica Enkoll a la que recurre el periódico El Universal, en Tamaulipas un 70% considera que es mejor haya un cambio de partido en el gobierno, sólo un 22% que siga gobernando el PAN, y un 8% no sabe.
Y es que como dijera Carlos Peña Ortiz el alcalde reynosense, allá en Matamoros, “a éstos cabrones -los azules-, nadie los quiere”.
Y hasta la próxima.