Está mal, muy mal, el Presidente Enrique Peña Nieto al ordenar al Instituto Nacional Electoral que censurara el spot del PAN por cuestionar los excesos de la comitiva de su viaje a Londres, el 6 de marzo, en aquella estúpida decisión de llevar 200 invitados y no cuidar las formas de comportamiento de Angélica Rivera y sus hijas, sedientas de estar codo a codo con la realeza británica y pasear por la gran ciudad europea, donde ya esperaban a las mujeres Elisa Rivera, hermana de la famosa “Gaviota” y Ana Cecilia Peña, hermana del primer mandatario mexicano.
“Pero por qué dices que fue el Presidente Peña Nieto, si él no dio la orden al INE…”, me reclamó el interlocutor en una mesa de discusión hace días. “Fíjate bien que fue la Consejería Jurídica de Los Pinos”. Pero el defensor gratuito de Peña se debió tragar sus palabras cuando otro crítico del oficialismo le hizo saber que cómo era posible no se diera cuenta que atrás de esta medida estaba el Presidente Peña Nieto porque en Los Pinos nada se mueve si no es con su voluntad.
Y es que no se puede ser tan ingenuo como para pensar que el señor Presidente ni siquiera estaba enterado de que su Consejería Jurídica andaba promoviendo la cancelación del spot. “¿O también crees que ni siquiera se la consultaron? ¿Y entonces, para no verse involucrado en sospechas, no pudo haber parado tan torpe decisión, que es un atentado a la libertad de expresión?” -le espetaron al defensor gratuito de Peña Nieto varios contertulios de la mesa de discusión a quienes les queda muy claro, y no como una presunción, que fue una orden directa de él a su Consejería Jurídica.
El PAN le supo sacar jugo a la supuesta corrupción según daba a entender su spot que finalmente censuró la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, alegando que contenía “mensajes calumniosos”, lo cual significa la imputación falsa de un delito, en lenguaje jurídico, y la falsedad es lo que tipifica la calumnia. Pero si el spot solamente lanza una interrogante sobre la base de una información, ¿por qué se acusa al PAN de calumnia? ¿O al ratero que es sorprendido in fraganti se le difama al decirle que es un ratero? ¿Un corrupto al que se agarra con las manos en la masa es difamado si se le llama corrupto?
¿Por tan poco se ofenden cuando es una verdad irrebatible que Peña Nieto llevó a 200 invitados a Londres? ¿Se les hace calumnia, entonces, que alguien pregunte qué opinan los ciudadanos de este viaje y la cauda de oportunistas que lo acompañó? O quizá el INE censuró el spot por la respuesta grosera que da el interlocutor a esa pregunta y que también es censurada en el spot con un pillido en el audio.
Lo paradójico es que el mismo día 14 de abril en que se prohibió el anuncio del PAN y se ordenó retirarlo del aire, el Presidente Peña Nieto exaltó la “libertad de expresión” que se vive en México. “México es un país plural -dijo- , participativo y de libertades”, provocando que los sectores más críticos de la sociedad se quedaran con los ojos cuadrados por la descarada pose hipócrita del primer mandatario, porque esos sectores críticos están seguros que fue el mexiquense el que pidió primero al PRI hacer lo posible porque el INE censurara el spot y al no lograr su propósito puso a trabajar a su Consejería Jurídica.
El colmo de los colmos es que si la Consejería Jurídica de la Presidencia señala como motivo de su queja la calumnia, entonces debió demandar penalmente a los reporteros que dieron cuenta del número de invitados, y aquel 6 de marzo que aparecieron las notas en los diarios nadie protestó. ¿Pero ahora que el PAN retoma el asunto informativo para realizar su spot, sí es calumnia?
¿Fueron o no fueron a Londres en el avión presidencial los familiares de Peña Nieto y de Angélica Rivera? ¿Hicieron el viaje en la misma nave los elementos de ayudantía y guardias presidenciales, un doctor y dos mujeres que ayuidan a la primera dama en su arreglo personal? ¿Eran fantasmas o eran de carne y hueso los individuos que ocuparon asientos en el avión y se dijeron parte del equipo de logística, fotografía y representantes de 23 medios informativos?
¿Y los fotógrafos exclusivos para la primera dama y sus hijas además de los guardias personales les pagó ella de su bolsa los boletos de avión, viáticos e inclusive compras que se les autorizaron? Ah, y habría que preguntarse también si las 20 páginas de la revista Hola fueron gratis, igual que la ropa millonaria que lució Sofía Castro ¿o fue con cargo al erario?
¿Por qué ofenderse entonces y llamar calumnia a la pregunta de si se vale que el gobierno se dé la gran vida con “tu dinero”? ¿Y por qué mejor Peña Nieto no orden dar los nombres de los que lo acompañaron a Londres y el monto total de ese viaje para estar codo con codo con la realeza británica? Lástima que el INE se haya visto en este caso como un … de la Presidencia de la República. Todo por 15 segundos que contienen “mensajes calumniosos” sin que éstos puedan probarse porque las evidencia hablan más bien de “mensajes verdaderos” y no falsos de aquel inolvidable viaje a Londres.
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