Pos ‘hora que estuvo de moda el Back to the Future II, la secuela ‘onde sale el güen de Marty McFly y el doc Emmett Lathrop Brown que decían que llegarían al 21 de octubre de 1985. O sea 30 años later (después).
Lo que no saben es que el chaparrín y el doc se dieron una vueltecilla por acá en la border. Así que pos si quieren un supongando, que estaban en Reynosaville y después se jueron pa’l futuro.
Imagínate brody, cómo era la city (ciudad) en aquel entonces en 1985.
Pá empezar no había ni existía el puente Broncos, sí ‘taba el puente Elevado, cercas de la Central de Autobuses, por cierto con salidas a cada rato de todas las ciudades pa’ acá, pa’ ir a McAlleanear.
Retehartos viajes de allá pa´ varias ciudades del interior. Como el dólar estaba bien bara a 540 pesos la venta al público, en la época del presi Miguel de la Madrid que paseaba con su esposa Paloma.
Y aún así la raza no se quejaba pa’ comprar los cortes pa’ la modista de moda en el otro lado y de vuelta comprar en el Globo o ir a la Mac pa’ tomar un cafecito por la calle Broadway.
Eso sí como que te cansabas en los viajes de más de 4 horas de Monterrey pa’ acá, porque los buses dendenantes se la pasaban rancheando, como no había autopista, pos imagínate. Eso sí no faltaba quien sacara sus tacos de harina con chorizo en los camiones, apestando el gallinero.
En Tamaulipas el gober Manuel Cavazos Lerma se lucía con algunas de sus obritas, pero luego se fuyó quiensabe porqué y todavía fue senador. En Reynosa el alcalde era Miguel Valdés Revilla.
Esta ciudad futurista, que soñaba con competirle a Monterrey en la industria y la maquila, pos como que se quedó con las ganas, porque siempre han habido muchos foraños como ahora, que jalaban en la Zenith o la Delphi, pero como que faltó algo pa’ seguirle.
Mi amigo Marty McFly no podía comer en el Kentucky Fried Chicken en Reynosa, pero sí en McAllen.
Aquí de este lado, si querías pollito íbas al Pollo Frito Buenos Aires, rico y crujiente y siempre grasosito. Ora en el futuro como que ya progresamos con el Pollo Loco, de perdida es algo.
No había hoteles Fiesta Inn, ni el Royal Garden, ni el Holiday Inn de la Plaza Dorada, si querías estaba el Engrey, que es donde está ahorita el Stay Fit para los enviciados del deporte.
Pa’ pulgear lo mejor estaba la Solidaridad, qué esperanzas de tener los Muros, donde comprabas tus tenis Converse y tus jeans azules de Levy’s. ‘Ora los güercos presumen los American Idol, True Religion, Hollister y Abecrombie.
La raza iba a bailar a la disco La Concha y a la Alaska, que estaban por la Zona Rosa, cercas del puente internacional Hidalgo. No había antros como ahora.
En el centro ‘taba el cine Rex en la Plaza Principal, donde comprabas palomitas y no te enjaretaban los paquetes de 120 pesos como ‘ora en los Cinépolis sin tarjetas de puntos. No estaba el Plaza Real con el Sanborns, “muncho” menos el Periférico.
Por ahí cercas, estaba Rosa María atendendía los antojitos en Los Comales, donde usaba un molcajete pa’ la salsa y cortaba la cebolla en la mano, y ahora en el futuro ya tiene su Nutribullet, pero sigue cortando la cebolla igual.
En Las Cazuelas también se comía rico, como también las mejores tortas eran las de ternera del Pingüino, ahí por el Centro, por la calle Porfirio Díaz y la Hidalgo. Ahora aguas, porque las tortas te las pueden dar de caballo.
Las Donas Carrusel estaban de moda, porque no había Super 7 ni Oxxo, o mejor íbamos a la panadería La India, donde por cierto hacen el mejor pan francés del pueblo, como hasta ahorita, pero ya le compiten en Smart.
No había Cablevisión, mucho menos internet, medio se veía el canal 13 de TV Azteca, eso sí las teles eran analógicas, pero sí algunos paisanos tenían su antena parabólica que les permitía ver “muchos” programas gringos.
La gente en sus casas llevaba su fara-fara porque había lana, pero ahora cualquier ingrato tiene sus bocinas de kareoke, y como aquí no hay polis en las calles, pos nadie los calla.
Había baches por todos lados, con la tierrita que se juntaba en cada esquina, con latas de sodas y chorro de basura tirada. Pero eso era antes.
La people (gente) tomaba fotos con camaritas Kodak y se revelaban en las Benavides. Tanta modernida’ me sorprende. Como ven, en algo hemos mejorado. Ahora nos tomamos “selfies” y chateamos en Facebook o en WhatsApp. Y hasta podemos decir que semos bien felices.
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