Parece un chiste, pero no es así, lo vivimos en carne propia hace tiempo cuando circulábamos por Nuevo León en nuestra travesía a Nuevo Laredo.
Sabemos de la voracidad de algunos malos elementos policiacos del vecino estado, ya hemos sido víctimas de sus sanciones, mismas que inician con una revisión de documentos, una amenaza de retención de la unidad y terminan exigiendo descaradamente un billete de 500 pesos, como mínimo, por dejarle pasar.
En caso de negarse lo llevan a la delegación, con el peligro que eso implica de perderse en el camino, y retienen su unidad por varias horas pasando una verdadera odisea para recuperarla.
En los municipios de la zona conurbada de Monterrey se está en tierra de nadie, los conductores de otras entidades sufren muchas veces abusos de los agentes del orden.
Nosotros sufrimos un abuso de su parte, por lo que en una segunda ocasión y para evitar que nos molestaran decidimos vigilar al máximo los límites de velocidad que se colocan en la carretera.
Uno indicaba una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, por lo que circulamos a una velocidad menor y evitar una amonestación.
Revisamos cada detalle para evitar la sanción, pero fue inevitable pronto una patrulla con la torreta abierta nos hacia las señales para que nos detuviéramos, piden la documentación y cuestionamos el motivo de nuestra revisión, pues argumentamos que no habíamos violado ninguna regla de tránsito.
“Es precisamente por eso que lo revisamos, nos parece demasiado sospechosa su actitud. No puede circular por abajo del límite establecido, de ahí que procedemos a examinar todos sus documentos”.
El policía pidió licencia de manejo, tarjeta de circulación, copia de la factura y todo lo que se le ocurrió, pero no encontró ninguna irregularidad, aunque de todos modos nos amenazó con llevarlos a la delegación pues a su juicio habíamos cometido una infracción que merecía una retención de la camioneta.
Nuestros argumentos fueron firmes y finalmente nos dejaron partir, después de muchos alegatos. Las historias de contubernio de las autoridades policiacas se viven en muchos lugares del país y la inseguridad no es cuestión única de Tamaulipas.
En ese sentido entendemos la exigencia de la Federación Nacional de la Cámara Nacional de Comercio en Tamaulipas para que cese en Nuevo León la campaña de hostigamiento en contra de los conductores que tripulan unidades con placas de otras entidades.
El presidente de la FECANACO en la entidad, JULIO ALMANZA ARMAS dijo que los elementos de la Fuerza Civil de NL, acechan a todas las unidades provenientes de Tamaulipas, asegurando que muchos socios del organismo han sufrido extorsiones o abusos de algunos malos elementos.
Dijo que las acciones no parecen al azar, sino más bien que se parece una campaña dirigida contra los automovilistas tamaulipecos, por lo que pidieron al gobernador regiomontano que mantenga a raya a los elementos de Fuerza Civil para que detenga la arbitraria campaña que sólo busca el botín de semana santa.
Sin embargo, la FECANACO también debe exhortar a los alcaldes tamaulipecos para que giren instrucciones a las direcciones de tránsitos para que no multen a nuestros turistas, pues hasta el momento los comentarios sobre los abusos contra turistas, en municipios como Altamira, no son positivos.
Los tránsitos, junto con la alcaldesa ALMA LAURA AMPARÁN son los campeones de la voracidad.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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