Sentado en una orilla, todo solito. Así se quedó el chile serrano viendo cómo se peleaban a muerte por su dignidad los doberman de la FDA estadounidense y los chihuahueños burócratas chilangos.
Un verdadero pandemonium fue lo que desató la Food and Drug Adminis-tration (FDA pa los cuates) al denunciar el hallazgo de salmonela en chile serrano cosechado en Nuevo León.
David Acheson, comisionado adjunto de la FDA, se convirtió durante un par de días en el hombre más odiado en México, ya que fue él quien lanzó la picante acusación.
“Hace dos horas nos enteramos que obtuvimos una prueba positiva tanto en el agua usada para la irrigación como en un chile serrano de la misma granja que es idéntica a la variante del brote de salmonela, declaro Acheson ante el Comité de Agricultura.
Detalló que se trataba de la variante St. Paul, que originalmente se asoció con los jitomates cultivados en México, pero ahora la especie fue descubierta en chiles serranos producidos en una planta en New Lion.
Y luego para atizarle la lumbre a los chiles toreados, Loonie King, del Centro de Control de Enfermedades en Atlanta, sostuvo que el descubrimiento equivalía a haber encontrado el “cuerpo del delito”.
Chilangos burócratas de tercer y cuarto nivel salieron corriendo a declarar en torno al asunto en la capital sólo para lucirse, pero fueron insulsas explicaciones sin ninguna justificación técnica.
Aquí en estas tierras polvorientas, ipso facto, surgió una voz razonable para aclarar la bronca y poner en su lugar a los irritantes gringos.
Don Fermín Montes Cavazos, titular de la Corporación para el Desarrollo Agropecuario, con los pelos de la burra en la mano, fue tajante:
“La declaración que hizo este señor David Acheson, que señaló que en una muestra de agua y de chile serrano se había encontrado la salmonela, ese muestreo no se hizo en Nuevo León, fue en otro estado.
“Autoridades de aquí del estado acompañaron a la gente de FDA a tomar esas muestras en ese estado y les hicieron notar que el tipo de muestreo no era un muestreo objetivo.
“Por lo tanto, definitivamente se descarta el brote de salmonela, además porque en Nuevo León produce chiles solamente de la última decena de abril hasta la primera decena de junio”.
El funcionario aclaró que “nosotros no teníamos chiles en producción desde el 15 de junio en adelante”.
Y siguió poniendo las cosas en su lugar:
“El chile serrano colectado por la FDA fue de una parcela que ya estaba desvarada, el fruto tenía varios días en el suelo y con una condición que es fácil que se contamine.
“Además, la muestra de agua fue tomada de un agua estancada que no estaba en uso tampoco y que también es relativamente fácil que se contamine.
“Estas no son las condiciones normales en que se cosechan los frutos para que puedas decir realmente que a través de ellos hubo la contaminación.
“En Nuevo León se hicieron muestras también y quiero aclarar que todos los muestreos fueron por duplicado, ante la FDA y la Secretaría de Salud en el estado.
“Se hizo el muestreo en un empaque y no se encontraron muestras positivas, solamente se emitieron recomendaciones para mejorar las prácticas de manejo de los frutos”, sostuvo el colaborador del Natigóber.
Reiteró que “no hubo ninguna muestra positiva de salmonela en el chile serrano de Nuevo León”.
Don Fer explicó que las variedades de chile que más se exportan son las de jalapeño, fundamentalmente, y algo de serrano.
Anualmente se producen en Nuevo León unas 12 mil toneladas de chile, entre las que destacan la de jalapeño, serrano, y también un poquito de morrón, habaneros y chilacas.
Todo aclarado, ¿verdad? Pues no.
La burocracia de la Sagarpa, Cofepris y otras yerbas pegadas a la ubre federal, siguieron días después con su andanada de declaraciones y comunicados confusos y mal redactados.
Y en el mero final de la novela “Los chiles también lloran”, la FDA salió con un “Ooops!, i did it again” y confesó que la dichosa salmonela fue encontrada en una granja de Tamaulipas y no en Nuevo León.
Pero cero disculpas al gobierno de Don Nati, ni tampoco a los productores regionales, quienes por cierto salieron muy raspados con estos enredos y perderán $$$$.
Estos ataques de Bush y compañía vs. México, en la parte agrícola, no son nada nuevo, los tomatazos de las últimas semanas han estado de a peso y así seguirán.
En las últimas décadas la Casa Blanca ha emprendido ruidosas campañas de desprestigio contra productos aztecas, sobre todo en periodos en que sus compañías atraviesan por sequías, inundaciones o intensos recalls sanitarios.
Cuestión de días o semanas para que desde Washington lancen más misiles “anti-mexican” y ahora podría tocarle el turno a la llorona de la cebolla.
Bush Jr. no se conformó con botar a Fidel Castro de Cintermex, ahora anda de pendenciero y con el chile serrano de NL atorado en la boca.
EVASIoN FISCAL EN MeXICO ES GIGANTESCA: HACIENDA
La Secretaría de Hacienda reconoció, una vez más, que la evasión fiscal en México es imparable y equivale al 20 por ciento del total de impuestos que se deben pagar anualmente en el país.
El Subprocurador Fiscal Federal de Investigaciones de la Procuraduría Fiscal de la Federación de la SHCP, Rodrigo Roque Díaz, no se anduvo por las ramas y aceptó la gran realidad:
“La evasión fiscal es una cifra incalculable, pero es un altísimo porcentaje en relación con los impuestos que deben de pagar y puede ascender a un 20 por ciento de los impuestos que realmente se deben de pagar, que es una cantidad enorme, gigantesca”.
Es necesario detectar las conductas a que están recurriendo los evasores en relación a las leyes fiscales y con ello establecer mecanismos de cooperación entre las autoridades competentes.
También se requiere la “identificación de defraudadores fiscales recurrentes y la creación de un catálogo de precedentes judiciales federales”.
El operador del Big Boy hacendario-Mr. Carstens- encabezó en esta ciudad polvorienta la Primera Reunión Nacional de Funcionarios en Materia de Delitos Fiscales.
A puerta cerrada y con un montón de guaruras, participaron funcionarios de la SHCP, de la PGR, de la Secretaría de la Función Pública y autoridades fiscales de varios estados del país.
MONTERREY, ‘WASHATERIA’ DEL NARCO-CRIMEN
Por cierto, en esos mismos “aigres”, Don Carlos Treviño Berchelmann afirmó que el lavado de dinero del crimen organizado en el sistema financiero en México asciende a unos 10 mil millones de dólares,
“Se dice por ahí que las cantidades que se manejan (en el crimen organizado) es de cerca de 850 mil millones de dólares.
“Se supone, en ejercicios que han hecho las autoridades federales, que de ese valor de 850 mil millones de dólares, 10 mil millones de dólares pudieran corresponder al mercado mexicano”, dijo.
El procu de NL sostuvo que “esas cantidades de dinero circulan ilegalmente en los centros financieros o en las áreas financieras del país, con ese dinero se compran inmuebles, vehículos, joyas, y ya no digamos actos de corrupción”.
Para nadie pasa inadvertido que el país está en una lucha franca, en una guerra permanente contra el crimen organizado.
El funcionario pidió que “no veamos solamente al crimen organizado en su faceta del sistema de narcotráfico, veamos al crimen organizado que tiene una serie de vertientes y entre ellas está la del lavado de dinero”.
El crimen organizado busca cada vez más la sofisticación a través de los medios electrónicos para encubrir sus actividades ilícitas, como lo es en el caso de la evasión fiscal, opinó Don Luis.
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