La famosa Peñita se ha quedado sin agua y por ende, los habitantes de la capital del Estado están padeciendo por la falta del líquido.
Especialmente las colonias de la periferia y aquellas que comienzan a subirse a la sierra.
La falta de agua se agudizará conforme la población crezca y la Comisión de Agua Potable debería estar haciendo lo necesario para atender la demanda futura.
También se hace necesario revisar en qué condiciones se están construyendo fraccionamientos en las faldas de la sierra, sería penoso que la gente que compre esas viviendas se vaya con la creencia de que todos los servicios públicos serán eficientes.
Si hoy, que aún no se invaden zonas muy altas de la sierra ya se tiene desabasto, qué se puede esperar en unos años más, sólo hay que revisar los apuros que pasan otras ciudades como Monterrey y la zona conurbada, donde aún cuando construyeron la presa El Cuchillo en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, lo que afectó a Tamaulipas, especialmente a los productores agrícolas del Distrito 046, siguen con problemas serios de falta de líquido.
Como se ha afirmado, las luchas del futuro no serán por el tráfico de estupefacientes o armas, sino por el agua.
Urge entonces que las autoridades victorenses y las estatales expliquen cuál será la estrategia para asegurar el abasto a la población.
Y que el verano próximo no se presente el mismo problema que ahora están viviendo las colonias populares, porque las residenciales, como siempre sucede, tienen sus necesidades cubiertas.
También es oportuno plantear qué hará el nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano para enfrentar esta problemática.
¿POR QUÉ HASTA AHORA?
Los empresarios a través del Consejo Coordinador Empresarial, hasta ayer salieron diciendo que el candidato priista Enrique Peña Nieto necesita 800 mil millones de pesos anuales más de presupuesto para poder cumplir sus promesas de campaña.
Los dueños del dinero en México se cuidaron muy bien de abrir la boca mientras fue la campaña, ninguno se pronunció en contra de las promesas de EPN, a sabiendas de que es imposible cumplirlas, porque, según ellos explican, se requeriría incrementar al doble el IVA o al 60 por ciento el Impuesto Sobre la Renta, para poder atender debidamente lo que prometió, como el seguro universal de salud.
La postura de los empresarios mexicanos siempre ha sido la de mantenerse sobre la barda, para saltar al lado que más les convenga, no importa si con ello se afecta la economía de la población abierta.
Ahora que sale el CCE diciendo que las promesas de EPN son prácticamente imposibles de cumplir, bueno hubiera sido que durante la campaña por la presidencia hubieran hecho un planteamiento serio.
México se los hubiera agradecido, hoy es agua pasada y si otra cosa no sucede, Peña Nieto recibirá su acta de presidente electo.
Y ahora sí, ya para qué acordarse de las promesas de campaña, le hará como Felipe Calderón, quien prometió ser el presidente del empleo y no cumplió ni siquiera eso.
LA FRASE
“El trabajo coordinado entre instituciones ha permitido que, por primera vez en varios años, la incidencia de los homicidios dolosos a nivel nacional esté mostrando, finalmente, un decrecimiento”, aseguró el presidente. En el caso de los homicidios atribuibles a la delincuencia organizada, y siempre según datos del gobierno, el descenso habría sido del 15 por ciento”, extracto de una nota del periódico español El País basada en información dada a conocer por Felipe Calderón.
Lo paradójico es que mientras el presidente del empleo dice eso, en Monterrey asesinan a cinco jóvenes y nadie vió nada.
Y las autoridades encargadas de velar por la seguridad ciudadana, ni sus luces.
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