El sábado 29 de enero quise estar por morbo, mas que por vocación periodística, en una alfombra roja que el priismo de Matamoros tendió para que “El Truko” los pisoteara de nuevo como precandidato del PAN/PRI/PRD en la alianza por la gubernatura de Tamaulipas.
Y sostengo que de nuevo porque ese personaje que ha sido secretario general de gobierno, cómplice y mano derecha de Cabeza de Vaca, fue artífice de varias humillaciones que ha sufrido el PRI en el Estado, entre ellas la campaña de 2016 con el slogan “¡De que se van, se van!”.
Fui a Matamoros, como cada mes procuro hacerlo, a ver a mis papás. Y un colega me compartió la convocatoria que lanzó Héctor Silva Santos como dirigente municipal tricolor para aplaudirle al aspirante panista y perredista al presentarlo en sociedad.
La cita era a las 15:30 horas en un auditorio de la CTM en la Diagonal y 20. Con tantos años que tengo en el periodismo, es normal que en este tipo de eventos los recintos se llenen hasta el tope de acarreados mucho antes de la cita a donde se invitó también a la prensa.
El organizador, como pasó el sábado, se encargó tomar lista de asistencia a quienes tuvieron que ir a la fuerza, no por su propia voluntad. Y de a gratis, porque el PRI se extinguió en Matamoros hace ya varios años y parece que sus dirigentes aún no se enteran.
Pero cuando las manecillas marcaron exactamente las tres y media de la tarde para que llegara “El Truko” con sombrero de campesino, apenas un 15 por ciento de las sillas estaban ocupada y Silva Santos se notaba bastante intranquilo.
Pasaron los minutos y empezaron a arribar, al viejo estilo priista, personas de avanzada edad, algunos con bastón para sostenerse; mamás con sus hijos con banderines y globos rojos, e invitados especiales de los despojos que quedan de ese partido en Tamaulipas.
Y nunca llegaron cuatro ex alcaldes del PRI: Alfonso Sánchez, Erick Silva, Jesús de la Garza Díaz del Guante (quien en 2018 ya había sido comprado por Cabeza de Vaca), y Baltazar Hinojosa.
El colmo de la desvergüenza es que hubiera asistido Baltazar que, por cierto, sabrá Dios dónde se encuentra. Y el padre de todos los morbos será si apoyará al candidato de Cabeza de Vaca. O si pondrá su dignidad por delante.
Sí, Baltazar, quien en 2016 perdió la gubernatura pero antes fue bombardeado con una de las campañas mas humillantes que recuerde del PAN contra el PRI. Y miren que desde 1984 he sido testigo de elecciones en Tamaulipas, Nuevo León y en otras entidades del país.
En cambio estaba para aplaudirle al “Truko” el ex diputado federal suplente, Pedro Lucio Coronado “El Peluco” y… y… y… ¡párenle de contar!
Me atrevo a decir que había más representantes de la prensa, acarreados, niños, curiosos y morbosos como yo, que “ilustres priistas” de Matamoros que prefirieron irse de shopping a Brownsville antes de presenciar ese grotesco mitin… y aplaudir como focas amaestradas.