Cuando de nada nos sirve rezar…

Retomo una línea del clásico de Serrat porque, hoy, pareciera la manera más simple de describir los escenarios que viven diversos segmentos sociales de ésta frontera.
‘…Cuando de nada nos sirve rezar’, canta el intérprete español y pareciera sintetizar la expresión familiar de quienes sufren la agonía de una crisis económica que parece infinita y ahora deben asumir la otra crisis; la que se respira en las calles y contamina la vida escolar, comercial e industrial.
Las complicaciones en materia de salud y la estrechez económica han sido, milenariamente, dos de las causas principales por las que una familia busca refugio en la oración y fé.
Más recientemente, cientos de personas buscan desesperadas la ayuda del cielo ante la crisis de desempleo que azota, cual jinete apocalíptico, todo el territorio mexicano.
Los peligros que acechan a un esposo ó hijo en la guerra son también, con frecuencia, impulso para volver los ojos al rosario.
…Y la muerte, enfrentar un capítulo con la muerte, nos obliga, cada quien en su fé, también a rezar.
En apego a su doctrina, cada familia recurría eventualmente a la oración de acuerdo con su propia necesidad, pero el nuevo siglo trajo consigo ‘plagas’ (también apocalípticas) que han generado una gran tensión generalizada.
Primero, la crisis de dinero y de empleo; el recurso no alcanza, el trabajo escasea y a la gente no le queda otro remedio que rezar.
Las familias rezan, rezan… rezan, pero pareciera que no hay solución.
Adicionalmente, los episodios de la semana anterior han multiplicado las profesiones de fé.
La ‘psicosis’ y el temor a salir a la calle, ir a la escuela o ir al trabajo (cuando lo hay) obligan a muchos a refugiarse en la oración.
Las familias rezan, rezan… rezan, pero las secuelas parecieran no tener fin.
Por eso, ahora es tiempo de la reconstrucción social.
Tras la paralización productiva y académica por los acontecimientos de la semana anterior, Reynosa (y todos quienes viven en ella) tienen frente a sí el reto de recuperar la dinámica diaria.
Para unos, volver al empleo con el ánimo de mantenerlo y ser más productivos, volver a las aulas aspirando a ser mejores profesores y alumnos, reabrir las empresas con el ánimo de prestar mejores servicios y echar a andar de nueva cuanta la línea de la productividad buscando ser mejores en calidad y trato para los trabajadores.
Para otros, diseñar estrategias más eficientes en el combate a la inseguridad, poner en marcha programas preventivos más efectivos, elevar la calidad de las corporaciones de seguridad y contribuir cada quien en su esquema a la recuperación de la paz social.
Dicen que Dios siempre responde las oraciones; algunas veces con un ‘sí’ y otras veces con un ‘no’.
Ojala y diga ‘sí’.

EL FINAL
Mucho bien, dicen algunos, hizo al Congreso el retiro de Gamundi como Presidente de la Junta de Coordinación Política; ¿será benéfico también para el PRI?