El gobernador electo Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón lo han querido privar de la vida en tres ocasiones. El 25 de febrero del año 2011, cuando unos 40 sicarios lo emboscaron, siendo alcalde de García; el 31 de marzo del mismo año, también un grupo de pistoleros y, políticamente el bloque de medios electrónicos de Monterrey que, pegándole un día sí y otro también, quisieron borrarlo del mapa desde que arrancó el proceso electoral.
De los delincuentes organizados ‘El Bronco’ salió avante gracias a los vehículos blindados en los que se movía y a su escolta, aunque en el segundo atentado uno de sus guardaespaldas pereció.
Los hombres de armas largas, algunos de los que también perecieron en las refriegas y otros que fueron apresados, fortalecieron entre la sociedad regia al oriundo de Galeana. De edil pasó a héroe, en el año más cruento y sanguinario de la historia contemporánea del Estado.
Lo que hicieron luego Multimedios, Televisa, TV Azteca, sus medios impresos y portales, así como otros tradicionales que se suben a las bufaladas del PRI, cumpliendo a pie juntillas los mandatos del gobernador en turno y del tricolor, fueron tiros, ráfagas de precisión, pero pensando que dos meses después acudirían a su funeral, hoy hacen antesala en el lobby de su fiesta.
Y ‘El Bronco’ se da el lujo de decirles que esperen, y les espeta en cada oportunidad que no habrá dinero para ellos, no por revancha, sino porque esa fue una de sus promesas de campaña, slogan-estandarte que fue muy ovacionado por amplios sectores de la sociedad.
Las urnas, los números no mienten.
El electorado de Nuevo León hizo historia al elegir –con todo y sus ‘asegunes’– al primer gobernador independiente de México.
Atrás de esto hay diversas aristas. Aunque el líder del PRI en Nuevo León Eduardo Bailey diga que su partido perdió por traiciones internas, esto va mucho, mucho más allá.
El derrotado no es sólo el PRI. La derrota está en la espalda de su candidata Ivonne Alvarez, el nocaut es también para el cuestionado gobernador Rodrigo Medina, (que acumula otra derrota, no olvidar que Josefina Vázquez Mota le ganó a Peña en Nuevo León en 2012) el golpe fue para el partido y todas sus centrales obreras; el revés fue para las televisoras.
Pierden también la estructura sistemática, poderosa y millonaria, con sus aliados Liébano Sáenz, los estrategas y los entes y actores del priismo nacional, entre ellos Peña Nieto, Emilio Gamboa Patrón y Miguel Angel Osorio Chong.
Pierden los priistas entusiastas y participativos y el equipo cercano y operativo de la candidata oficial, que seguramente, hicieron su mejor esfuerzo.
Pierde el PAN en toda la extensión de la palabra.
En efecto, pierden la gubernatura, la sociedad les dijo, no los queremos en Palacio de Cantera, y a las televisoras les dijeron no les creemos o no les queremos creer.
Y mientras al ‘Bronco’ le hacían el vacío la mayoría de los medios, y le declaraban la guerra (en su arranque de campaña en Galeana, sólo acudieron cuatro reporteros, incluidos los de Hora Cero y los de El Norte, en redes sociales se catapultaba, con la ayuda de la tele.
No lo mataban, le hacían lo que los sicarios… lo fortalecían.
Pero en efecto, como lo dicen muchos reporteros y algunos analistas, el Congreso de Nuevo León y el Federal nada tendrán de independiente.
Obvio, la reforma se acaba de estrenar y la brecha de candidatos independientes apenas acaba de iniciar. Los priistas y panistas botados en la elección de gobernador ganan las curules de casi siempre y ya se frotan las manos para seguir viviendo de las mieles del bipartidismo.
Pero, si siguen moviéndose en el lodo y el fango de la corrupción, los que ahora son diputados locales y federales, incluyendo los senadores, deben estar conscientes que el electorado de Nuevo León ya les dijo: no te quiero en la gubernatura.
Al rato, con la oleada independentista que ya surgió, ellos también podrían ser echados, arrancados de la ubre del presupuesto.
A Jaime Rodríguez Calderón le queda un largo camino y un montón de promesas por cumplir, desde la designación del primer gabinete ciudadano, el evitar el derroche en facturas en medios para enaltecer su imagen y la de su séquito y hasta enjuiciar a quien haya robado o desviado recursos en la actual administración.
Dicen que del dicho al hecho…
Pero no hay duda, por su investidura y su origen, será auditado todos los días de su gobierno por los medios de comunicación tradicionales y por las redes sociales. La historia, apenas empieza.