Cubriéndose las espalda

Comentábamos sobre el reparto de culpas que empezaba a gestarse dentro del gabinete calderonista y ayer Geño salió al paso para decir que hicieron un pacto con Felipe para no andarse exhibiendo mutuamente por las fallas que pudieran haber en el manejo de la crisis de seguridad pública.

Dice que el compromiso continúa siendo que los tres niveles de gobierno trabajen juntos en la resolución de este grave problema.

Es más, como respuesta a Héctor Larios, dirigente de la bancada panista en el Congreso Federal, quien atribuye a los gobernadores de Tamaulipas y Nuevo León la responsabilidad de actuar contra los manifestantes que bloquean puentes y avenidas, Geño señala que se ha identificado a los cabecillas y se turnó la información a la federación para que actúe, porque las manifestaciones han ocurrido dentro de la jurisdicción federal de Reynosa y Nuevo Laredo.

Después de las declaraciones del gobernador Natividad González Parás, quien culpó a un grupo de la delincuencia organizada como responsable de los bloqueos, Geño también atribuye a éstos la responsabilidad sobre las manifestaciones contra el ejército en territorio tamaulipeco.

En este año electoral, la politización de los problemas es algo natural, aunque no se quiera ocurre por encima de acuerdos entre corrientes políticas y niveles de gobierno. Los panistas buscan con quien compartir los tropiezos, porque saben que el costo en la elección del 5 de julio será muy alto.

Pero a su vez, los gobiernos priistas saben que de continuar esta situación de peligro, la ciudadanía reaccionará y se podrá ver el efecto en la afluencia a las casillas.

De por sí una elección federal intermedia no motiva tanto como la presidencial y los comicios locales.

Aunado todo esto a los cambios aplicados por el Instituto Federal Electoral en el uso de los espacios radiofónicos y televisivos, lo que bajó sensiblemente la temperatura de las precampañas, ahora veremos como les va en las campañas a los candidatos.

Y aunque esta elección es fundamental para Felipe Calderón, los problemas económicos y la crisis de seguridad, así como la falta de apoyo de su equipo de trabajo, hará que la supervisión del proceso electoral se relaje y no pueda estar al cien por ciento para darse a sí mismo buenas cuentas.

Pero el resto de los partidos no deben cantar victoria, motivar al electorado para que salga a votar será tarea complicada.

Los equipos de campaña de los aspirantes a las curules deben medir muy bien sus pasos y capitalizar las debilidades del contrincante y sobre todo, convencer a la gente para que salga a votar a su favor.

Aunque la duda persiste, ¿querrá la ciudadanía emitir su voto para renovar la Cámara de Diputados, se sentirá con ánimo para hacerlo?, tomando en cuenta que el desempeño de la actual legislatura está dejando un mal sabor de boca en la población.

¿EL OCASO DE SU ESTRELLA?

Como vemos todo lo que empieza termina, todo lo que sube baja y el anuncio de Gamundi de que deja la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso es un indicio de que o le meten los priistas toda la carne al asador en esta elección, o pudieran perder más de las tres curules que se pronostica no ganará el PRI en la elección del 5 de julio.

Su salida también se puede tomar como el inicio del ocaso de su estrella, porque no ha de ser nada sencillo desprenderse de esa responsabilidad dentro del Congreso para concentrarse sólo en la elección y cumplir como simple legislador, el orgullo se ha de sentir lastimado.

Con la salida de Gamundi de la Coordinación Política del Congreso, el legislador priista Felipe Garza Narváez asume la presidencia de este organismo, tres veces diputado por mayoría y ex presidente del PRI estatal, el doctor conoce bien el entramado de la política tamaulipeca.

Otro respetable personaje que se une al equipo geñista es el contador José Zermeño, recibió el nombramiento y ya despacha como contralor estatal.

Parece que con la incorporación de estas dos personas, Garza Narváez a la Junta de Coordinación Política del Congreso y el contador Zermeño al gobierno estatal, las aguas empiezan a tomar su cauce porque se trata de dos personas capacitadas para desempeñar sus encomiendas.