Con sus avenidas llenas de baches, sus cientos de casas abandonadas, la inseguridad en las calles, ¿qué es lo que te pasa Tamaulipas?
Por eso le digo al doc Américo Villarreal, no nos deje solos. Apiádese de los “broncos” de Reynosa, porque así les dicen, pero son trabajadores y buenas personas.
Usté fue senador por Tamaulipas, sabemos que presidió la Comisión de Salud y fue integrante de las comisiones de Energía, Marina y del Grupo Plural de Trabajo para el seguimiento a la pandemia del Covid-19. Por favor ya dele su medicina para que se cure Tamaulipas.
Según los resultados del PREP Américo ganaría con un 49.5 a 52.7 %, pues Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) difundió los resultados del conteo rápido el “mesmo” domingo 5 de junio.
Así dijo que el candidato por la coalición de “Juntos Hacemos Historia” que incluye a Morena, Partido Verde y el Partido del Trabajo pos “ya la hizo” como nuevo gobernador electo.
Por su parte César Augusto “Truko” Verástegui con el PAN y PRI llevaba los números de 41.7 y 44.8%, difícil de superar, pero no hay que cantar victoria para los de Morena.
La participación ciudadana se encontraba entre el 51.6 y 55.6%.
Por eso como cuando hizo el juramento hipocrático, queremos ver a Américo repetir las palabras que dijo al inicio de su carrera:
“Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento”.
Hasta la Rosa María que andaba con achaques en su espalda, le tiene confianza a usté: sabe que se sentirá mejor si toma sus “medecinas” que le recetó a tiempo.
No se haga doc, en Reynosa votamos por usté, queremos verlo en esta frontera, donde hay cientos de maquilas y gente bien chambeadora que merece ser curada.
“A nadie daré una droga mortal aún cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin”, que conste, recuerde el juramento que hizo como profesionista.
El día de las votaciones acá en Reynosaville, pos vimos cosas raras que parecía que habían desparecido: robos de urnas en varias casillas. Por algo será, tal vez vieron que la llevaban perdida.
A este “color” no pudo faltar las cadenas en escuelas, el acoso de personas en camionetas para hacer presión, como diciendo “ustedes saben si votan por Américo”, como también un reguero de “estrellas” en algunas colonias, pa’ darles un aviso a los votantes.
La pregunta es ¿y ahora quién podrá defendernos? Porque no se vio seguridad en las calles, lejos de camionetas de militares que llegaron tarde a resolver las quejas de las escuelas encadenadas, se respiraba un ambiente de tensa calma, unos “vientos de cambio” que ya terminaron y que dejaron de atender a esta ciudad tan progresista del norte de Tamaulipas.
En estos 6 años que pasaron al olvido, que no vimos ningún cambio verdadero en la ciudad, luego de que han desfilado gobernadores priistas y un panista, la gente espera que el mandatario morenista en realidad “sí la arme”.
Fuera de las promesas de candidatura, ahora vendrán los días de trabajar en serio, porque no se puede cambiar algo que no se deja cambiar:
La población quiere ver sus calles pavimentadas y limpias, que se reactive la economía, que no tema salir a dar el rol en las plazas, pero sobre todo: que la “esperanza del cambio” la mera verdad se lleve a cabo. Ya lo veremos.