Nuestra lengua española sigue dando palabras nuevas para los discursos políticos y eventualmente para la demagogia. Ante el desgaste de los conceptos y la precariedad de la economía local hoy nuestros gobernantes, sus asesores, recurren al diccionario en la búsqueda de vocablos que recuperen la confianza perdida.
Ahora para membretar el desarrollo económico de la ciudad la palabra mágica es la rimbombante Holística u Holístico, que la verdad apantalla porque aunque no sabemos qué es ni con qué se come suena como a metafísico, cuántico o cósmico, pero Holístico con toda y su sonora elegancia en lo personal sólo la había leído inscrita en la envoltura de comida para perros.
Pero bienvenido sea don Holístico porque viene a desarrollar la ciudad y a imprimirle crecimiento y bienestar aunque atrás queden “Visión 2020”, “Plan de Gran Visión” o Región Laredos, a los que francamente había encontrado mucho mayor sentido y congruencia, incluso conceptual.
Si en realidad buscamos buena economía entonces habría que avocarnos primero a la buena política; transparencia real y no simulada, división real de poderes, debate y discusión de la política pública, rendición de cuentas, inclusión y participación en las decisiones, certeza jurídica, seguridad, calidad educativa, justicia y cero tolerancia a la impunidad.
Y la lista podría ampliarse; respeto irrestricto al sufragio, sanciones severas a los políticos corruptos, contrapesos reales al poder con instituciones sólidas expresadas en jueces independientes del Ejecutivo, y una prensa libre, genuinamente independiente y crítica.
El crecimiento económico es impensable cuando tenemos al menos 22 ex gobernadores que desviaron con mayoritaria impunidad fondos públicos por 259 mil millones de pesos, y la corrupción política según Transparencia Internacional cuesta al país 347 mil millones de pesos con la consecuente injusticia social e inestabilidad que ésta genera.
La buena economía vendrá después y sólo después de la buena política, porque el crecimiento económico más que holístico es político.