Cuando creemos que lo hemos visto todo, siempre hay hechos que no dejan de sorprendernos.
Ayer una periodista, Mary Jaramillo se atrevió a criticar, y no precisamente escribiendo su opinión sobre el alza de impuestos como podría esperarse de alguien que tiene un espacio donde emitir su sentir, ella llegó más allá, protestó con pancartas y una escoba en el Palacio de Gobierno y en el Congreso local para hacer sentir su desacuerdo con el aumento a los impuestos aprobados por la Legislatura federal.
Mary desafió a los diputados que pretendían poner orden en el Congreso y les dijo lo que es el sentir de todos en este país.
La acción de Mary seguramente creará polémica, habrá quien la critique y esté en contra, dirán infinidad de cosas, lo que no podrán negar, es que ella tiene razón en sus planteamientos.
Y en eso, todos estamos de acuerdo, la única diferencia es que ella sí se atrevió a dejar constancia pública de su enojo y frustración, mientras el resto nos quedamos como observadores de una situación que amenaza ahogarnos y que es absolutamente injusta.
Pero no hacemos nada para cambiar el estado de cosas.
Preferimos guardar silencio y bajar la cabeza, aunque el aumento a los impuestos signifique quitarle el pan de la boca a cientos de miles de niños y sus familias.
Porque no es cierto que se destinará a disminuir los índices de pobreza, para eso se supone que Felipe Calderón pidió el voto de la gente, para crear más empleos y ahora resulta que no le alcanzan los impuestos que cobra y quiere más.
La voracidad de los gobiernos no tiene límite y nosotros tenemos que pagar las consecuencias de su mala administración.
La contraparte de esta protesta de Mary, la representa, otra mujer, la diputada federal matamorense, Leticia Salazar quien afirma que el aumento de la carga fiscal permitirá mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía.
La legisladora pretende con su mensaje vía correo electrónico convencer de que el aumento nos favorecerá.
“Recibiremos todos los beneficios, se reactivará la producción y se hará viable la operación de las administraciones municipales y de los Estados”, dice Leticia en su boletín.
No hay tal, la Secretaría de Hacienda armó un teatro amagando con crear un nuevo impuesto, para al fin salirse con la suya y lograr incrementos a tres gravámenes.
Ya veremos el año entrante con qué otro nuevo cuento nos salen para decir que el dinero no alcanza.
El gobierno y el Congreso creen que los ciudadanos somos tontos.
Aunque, tal vez hay algo de eso cuando vamos a las urnas y votamos por este remedo de representantes populares que padecemos.
Pero bien dice el dicho, no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.
Y nosotros hemos creado estos monstruos que nos asaltan con toda impunidad.
No olvidemos que el año entrante Tamaulipas tendrá elecciones, acordémonos de lo que estamos viviendo ahora cuando demos nuestro voto. Razonémoslo.
Por todo lo anterior, estoy de acuerdo con la protesta de Mary y con lo que ella declaró ayer.
LA FRASE
“Esta es la escoba con la que deben barrerse las inmundicias que van dejando los diputados y diputadas que viven a costillas del pueblo, de todos nosotros, porque son empleados nuestros”, Mary Jaramillo, periodista que se atrevió a protestar por el alza de impuestos.